“Un perrito recién nacido no tiene grandes necesidades de limpieza en su cuerpo. Después de un mes pueden hacerlo con toallitas húmedas para perros, o simplemente humedeciendo una toalla con agua tibia y solo en las partes sucias”, recomienda la veterinaria Violeta Pereira.
Debe ser una experiencia tranquila y positiva
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Violeta Pereira dice que el primer baño de los cachorros debe ser una experiencia tranquila, positiva y feliz, con mucho cariño y suavidad.
“Para lograrlo hay que bañarlo y usar productos sin pesticidas o antipulgas y que tenga PH neutro, para que el cachorrito no se intoxique. No hay que usar champús o jabones antipulgas que, aunque en la etiqueta indican que tienen toxicidad moderada, con el tiempo estos pueden ser absorbidos por el hígado del perro”.
Preparar el ambiente adecuado
La veterinaria señala que si la primera experiencia del cachorro con el baño fue negativa, él asumirá que de ahí en adelante va a ser así, entonces, “prepará el ambiente con anticipación. Que sea un lugar limpio, tibio y sin riesgo de accidentes”.
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“Antes de bañarlo alistá sus implementos de aseo como: cepillos para los dientes, champú adecuado (el más indicado con PH neutro), una toalla limpia que sea de su uso exclusivo. Podés colocar toallas en el piso para que no se resbale, especialmente saliendo de la ducha de un baño. Y no lo ates con fuerza y obligues, eso hará que el perrito se asuste, se resbale o se torne agresivo y se haga daño a sí mismo y a vos” señala la veterinaria.