Los protectores de animales cumplen un rol fundamental en el cuidado y rescate de animales abandonados. El Dr. Raúl Tuma, veterinario, enfatiza en la importancia de estas personas que trabajan de manera voluntaria.
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“Todo ello nos lleva a hablar siempre de lo mismo: no al abandono si a la castración temprana y si a la educación, cosas que hacen que no haya una población callejera, y que evitaría dejar a estos animalitos indefensos en la vía publica”.
“Conocemos una cantidad de sociedades protectoras de animales, la primera fue liderada por Francesca Crosa quien dedico toda su juventud y parte de su vida a concienciar a la población sobre la tenencia responsable de los animales, poniendo muchas veces en riesgo su vida”, dice Tuma.
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Tuma recuerda cómo trabaja Crosa: “Ella siempre dispuesta para socorrer a los animales callejeros y dando charlas de como aproximarse a un animal en la vía publica, sobre todo los accidentados que pueden reaccionar y causar accidentes en la persona que lo rescata o trata de ayudarlos”.
Crosa se pasa recorriendo las calles de Asunción tratando de sanar a los animales de sus “carachas (sarnas) y sobre todo aquellos con gusaneras y con heridas expuestas sabiendo todo lo molesto y doloroso que es para el animal. En el tiempo logró hacerse de un móvil con el cual socorría y rescataba a los animales. Para mi Franchesca Crosa toda una institución”, agrega el veterinario Raúl Tuma.
Protectores anónimos
Además de Crosa existen otros rescatistas y protectores anónimos, refiere Tuma. “Se mantienen en el anonimato y rescatan animales de la calle, tratan de recuperarlos y dar en adopción, asumiendo los gastos inherentes”.
“Las personas que de buen corazón comienzan a adoptar primero un gatito huérfano o un perrito y que con el tiempo lo siguen haciendo por no tener corazón para dejarlos abandonados a su suerte y suman la cantidad y que recurren a las veterinarias para castrarlos mas aun en el caso de los gatos”, describe el veterinario a cuyo local acuden estos protectores anónimos.
También existen otras personas que colocan un plato de comida y agua frente a sus casas o en la esquina, o en las plazas donde estos animales pueden encontrar parte de su sustento.
“Aquella persona que se encuentra en estado de calle, o alguien con trastorno que prefiere darle de comer al animalito antes que él y que dicho animal lo acompaña y que se vuelve guardián del mismo”, son gestos que el veterinario valora de la sociedad.
Recuerda a los taxistas en sus paradas que siempre albergan una o dos mascotas o llamadas también de barrio y que nunca abandonan su lugar y son llamados graciosamente de distinta manera y que si sufren algún percance organizan la famosa vaquita (colaboración entre todos) para tratarlos y curarlos.
“A las distintas instituciones y personas anónimas que colaboran cuando alguna de esta sociedades protectoras solicitan ayuda mi total reconociomiento y apoyo. Nos recuerdan que somos una sociedad comprometida y solidaria con los animales que sufren desprotección y abandono”, concluye.