Este año, Kukur Tihar (día de los perros) y Kaag Tihar (día del cuervo), se celebraron el mismo día, una situación atípica, ya que los nepalíes suelen adorar durante este festival de cinco días a los cuervos el primer día y a los perros el segundo, explicó a Efe el sacerdote Dipendra Adhikar.
Pero según el calendario hindú, "el día del cuervo no se podía celebrar el pasado martes" debido al posicionamiento de la luna, agregó.
Esta celebración es también una fecha importante para los devotos de Shiva, uno de los dioses más importantes del panteón hindú, ya que practican el ayuno desde el amanecer hasta el atardecer para luego terminar el día con un rezo o puja.
La festividad hindú de Tihar es una de las más importantes en el país del Himalaya, la cuna del budismo, pero en el que según el censo de 2011 más del 80 % de la población practica el hinduismo.
En ella, los devotos bañan a los canes para engalanarlos luego con guirnaldas y con el tradicional tika (una mezcla de polvo rojo y arroz que se impone en señal de bendición en la cabeza), antes de ofrecerles deliciosos manjares.
Como parte de la tradición, el personal del Ejército nepalí realizó por la mañana una ofrenda de culto para celebrar las diferentes razas de perros que existen en el mundo.
El festival, que guarda algunas similitudes con la celebración de Diwali de la vecina India y se caracteriza por los fuegos artificiales y los dulces típicos, da comienzo todos los años con los devotos alimentando cuervos, considerados como mensajeros del dios de la muerte Yama.
La vaca, el animal más sagrado para el hinduismo y cuyo consumo se considera pecado, además de estar castigado por la ley, será mañana el centro de todas las atenciones y recibirá todo tipo de alimentos.
El cuarto día se adora al buey, fundamental para arar la tierra y como animal de carga, mientras que el quinto y último día llega el turno de los humanos, durante el que las hermanas decoran con el tika la frente de sus hermanos y ellos, a cambio, les prometen protección.
Los hindúes creen que durante Tihar, la diosa de la riqueza Laxmi visita sus casas, por lo que en los días previos a la festividad los devotos se afanan en limpiar sus casas y decorarlas con flores, lámparas de aceite y dibujos en el suelo con polvo de colores.
Entre tanta adoración, el festival también deja espacio para los más terrenales juegos de cartas, en los que apostar se suele considerar de buen augurio, una actividad normalmente mal vista el resto del año.