“La infección puede tener mal olor, cambiar de color y, a menudo, concomitar con mucho dolor. Si no se trata, la infección puede extenderse más profundamente por el canal auditivo y causar daños aún más graves. Muchas veces inclusive estos pacientes que ingresan para consulta, aparte de presentar otitis, llegan con alteraciones alimentarias, bajan de peso muy drásticamente y el aspecto general de la mascota se ve muy deteriorado”, explica la médica veterinaria Vanessa Pozzoli.
Pozzoli dice que existen ciertas razas que son particularmente propensas a las infecciones de oído, entre ellas podemos nombrar al Beagle, basset hound, el Shar pei, el Labradoodle, el Cocker spaniel y el Golden retriever.
“En términos generales, los perros con orejas largas y colgantes tienen un riesgo mucho mayor de infección de oído en comparación con los perros de orejas cortas y puntiagudas ya que estas razas al tener las orejas más largas por lo general quedan más tiempo húmedas luego de entrar en contacto con el agua de bebida o mismo porque tienen mayor predisposición a acumular humedad. Lo cierto es que también estamos teniendo problemas de otitis en razas braquicefalicas (de nariz chata) como ser el pug, bulldog francés y bulldog Inglés y razas peludas que acumulan mucha cantidad de pelo en forma de bola de pelo dentro de los oiditos como los caniches y yorkshires”, comenta Vanessa Pozzoli.
La importancia de ir a la veterinaria
Vanessa hace un llamado a las personas que tienen mascotas sobre la importancia de ir a la veterinaria. “Esto nos lleva a replantearnos sobre la importancia de llevar al veterinario a las mascotas para controles periódicos, sobre todo si se tiene alguna raza de las mencionadas con alta predisposición a desarrollar otitis. No es una afección para dejar pasar, hay que tratar”.
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“Por último, las recurrentes infecciones de oídos en nuestros pacientes requieren buscar al agente causal o los agentes causales para que el tratamiento sea el correcto y por el tiempo correcto”, enfatiza la veterinaria.
Además, recuerda que las otitis bacterianas, fúngicas y parasitarias son con frecuencia de naturaleza secundaria, por lo que debe identificarse y tratarse la causa subyacente.
“El animal podría estar incubando una enfermedad de base mucho más grave que está dando alteraciones en la piel, prurito (picazón) y como consecuencia del rascado excesivo, Otitis”.
“Debemos siempre buscar a fondo y descartar todo tipo de patologías que pudieran estar incubando nuestras mascotas si la Otitis persiste, de lo contrario solo estaríamos tratando el problema de infección de oído y no la base del problema”.