San Lázaro protege a los perros en Nicaragua

Los dueños de Coco no solo se preocupan porque su chihuahua esté al día con sus vacunas. Como cientos de nicaragüenses, este domingo vistieron de gala a su mascota para que recibiera la bendición del protector de los animales y enfermos: San Lázaro.

A woman carries her dog to be blessed by Saint Lazarus, in Monimbo neighbourhood in Masaya, about 35 km south of Managua, on March 21, 2021. - According to tradition in Nicaragua, faithfuls ask Saint Lazarus for the health of their dogs and pay these favours back by bringing their pets dressed in costumes to attend mass in honour of the saint. (Photo by Inti OCON / AFP)INTI OCON
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Los dueños de Coco no solo se preocupan porque su chihuahua esté al día con sus vacunas. Como cientos de nicaragüenses, este domingo vistieron de gala a su mascota para que recibiera la bendición del protector de los animales y enfermos: San Lázaro.

“Ando con mi familia (su esposa), mi hija Amaya y nuestra perrita Coco. La andamos bendiciendo por lo que es el día de San Lázaro”, dice Yasser Luna.

“Como somos de la religión católica hacemos esto año con año”, con todas las mascotas que han tenido.

Este año le tocó a Coco, una inquieta chihuahua de 3 meses, de vestido y lazo amarillos, que él sostiene con una mano. Llegó a la iglesia María Magdalena, en el barrio Monimbó de la Ciudad de Masaya, 30 km al sur de la capital, Managua.

La festividad se realiza desde el siglo XIX, previo a Semana Santa, y tiene similitud con los festejos españoles de San Antonio Abad, también patrono de los animales. Los dueños engalanan a sus mascotas, e incluso las bañan y peinan antes de ir a la iglesia.

En el templo, la mascota es cargada por el dueño y llevada hasta el Santo. En agradecimiento, el propietario coloca una vela a los pies de la imagen.

Nicaragua es el único país de Centroamérica que no decretó cuarentena ni tomó medidas de restricción para contener la pandemia de covid-19, mientras el mundo se protege de nuevas oleadas de contagios.

Igualmente, los devotos guardan las distancias, con mascarilla y mucha fe.

Como Junieth, una niña de nueve años, que le imploró a Lázaro que encontrara a dos de los tres perros de la familia, que desparecieron la noche anterior.

“Estoy pidiendo a San Lázaro que me los regrese”, suplica, mientras sostiene un terrier blanco en sus brazos.

La tradición suele convocar a fieles de otras latitudes. Este año la pandemia de covid-19 contuvo las visitas, pero igual hubo.

La costarricense Enriqueta Brenes, de 32 años, llegó con Nina, una dóberman pinscher miniatura de dos años, vestida de rojo.

“Vengo a conocer esta hermosa tradición sobre los perritos, unas amistades me contaron sobre ellas y me parece muy genial poder venir y traer a mi perrita Nina para que San Lázaro me la bendiga y proteja siempre”, expresa.

Por ser un santo al que también acuden los enfermos, esta vez varios fieles piden a Lázaro para que cuide a los familiares y amigos contagiados de covid-19.

La pandemia ha causado el último año 176 muertos en Nicaragua, según el gobierno. Aunque conteos independientes cifran los decesos en más de 3.000 en este país de 6,5 millones de habitantes.

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