Las ventajas de tener mascotas en la tercera edad

La vida laboral ha terminado. Aquellos que siempre han sido aficionados a comprar una mascota pueden ahora tener el tiempo para hacerlo. Pero, ¿qué compañero peludo sería mejor adoptar?

¿Qué perros son los mejores para acompañar a una persona de edad? Si estamos buscando que tengan contacto corporal con sus mascotas, lo ideal son los perros y los gatos.DPA
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Cuando se trata del contacto físico, el perro y el gato son los más adecuados, dice Moira Gerlach, experta en mascotas de la Asociación Alemana para el Bienestar Animal. Un acuario demanda mucho trabajo, pero se disfruta observar los peces.

Un gato es muy individual y tiene su propia cabeza. También hay que ocuparse intensamente de los gatos hogareños, de lo contrario se vuelven gordos y perezosos, dice Astrid Behr, portavoz de la Asociación Alemana de Veterinarios. Los gatos pueden vivir hasta unos 20 años, dice Gerlach. "Son geniales para jugar o acariciar y cuidarlos". Los perros, por otro lado, lo mantienen a uno en forma.

Diversos estudios han demostrado que los perros traen muchas ventajas, declara Ellen Freiberger. “Los contactos sociales son mayores, simplemente porque se está obligado a salir”, subraya esta experta en ciencias deportivas y gerontóloga. La especialista asegura que un perro puede ser muy adecuado porque genera un vínculo con los humanos.

Los perros pueden incluso reducir el nivel de estrés. "Regalan seguridad", explica Freiberger. Según un estudio reciente, además ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares gracias a que hay que sacarlos varias veces al día. Los dueños que caminan por bosques y prados también entrenan su sentido del equilibrio y ayudan a prevenir caídas, señala Freiberger. Media hora de ejercicio al día es suficiente para mantenerse en forma física y mentalmente.

¿Puedo tener a mi cargo un cachorro? Esta pregunta deben hacérsela especialmente los adultos mayores que tienen una nueva mascota. La experiencia previa puede ayudar: “Saben a qué atenerse, porque un novato podría sentirse abrumado”, dice Behr. Criar un perro supone más trabajo. Pero se puede envejecer con el perro, dice Freiberger.

Los gatos, una muy buena compañía para gente mayor, sobre todo porque uno sabe qué esperar de ellos.

Por otro lado, cuanto más viejo es el animal, más cómodo suele ser, dice Gerlach. "Si ya no se puede caminar demasiado, muchas personas salen más a menudo, pero dan vueltas más pequeñas", explica la gerontóloga. "Es importante evaluarse correctamente". Y advierte que incluso los perros pequeños necesitan ejercicio, algunos son aún más activos que los grandes.

Freiberger destaca que, especialmente para las personas mayores, las mascotas tienen la ventaja de estructurar el día y establecer un ritmo. "Esto es difícil para muchos cuando tienen que hacerlo ellos mismos. Por otra parte, Behr advierte que una estructura diaria tan predeterminada podría tener un efecto restrictivo, por ejemplo, si alguien descubre su deseo de viajar con su pensión.

Por lo tanto, lo mejor es acordar de antemano quién puede cuidar del animal en caso de enfermedad, durante las vacaciones o si el caminar se torna difícil con el paso del tiempo. También las reservas financieras para el caso de enfermedades, alimentos o vacunas pueden ser significativas.

Quien quiera planificar particularmente a largo plazo, puede emitir un poder a nombre de otra persona que asuma la responsabilidad del cuidado. En caso de muerte, la persona nombrada en el poder se hace cargo del animal. "En el testamento se puede proporcionar una cierta suma para la manutención del animal", dice Gerlach.

¿Podré con un perro? Cuando uno incluye una mascota por primera vez en su vida siendo muy adulto, es natural tener dudas.

Quien quiera primero probar si se puede adaptar a una mascota, puede consultarle a un vecino si puede salir a pasear con su perro. Además, algunos refugios de animales se alegran cuando se ofrecen voluntarios para salir a pasear con las mascotas. "No asumen obligaciones, pero los pensionados no salen a pasear solos y tienen comunicación" con el animal, dice Behr.

Además, hay organizaciones que aportan conscientemente perros a personas mayores, en algunos caso incluso perros mayores. A cambio, asumen los costos, por ejemplo, de medicamentos y organizan el cuidado del perro en caso de enfermedad o de vacaciones.

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