El hombre, treintañero, llegó a Japón en diciembre de 2019 con la intención de abandonar su país, islámico, donde la ley prohíbe las relaciones homosexuales y los infractores se enfrentan al arresto.
El solicitante de asilo sintió que su vida estaba en peligro si permanecía en su país y alegó que su familia coartó su libertad de movimiento tras enterarse de que mantenía una relación con otro hombre, e incluso llegó a ser objeto de un intento de atropello, según documentos presentados ante el tribunal y otras fuentes.
"Si regresa, corre el riesgo de ser arrestado y procesado", señaló el tribunal a la hora de exponer su sentencia, según detalles recogidos por la agencia local de noticias Jiji.
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El hombre presentó por primera vez una solicitud de asilo en enero de 2020 en la sede regional de Inmigración de Osaka, en el oeste del archipiélago, pero la petición fue rechazada en febrero de 2021.
El solicitante apeló la decisión, pero esta reclamación fue también rechazada en mayo de 2022.
En julio de ese año presentó una demanda en el Tribunal de Distrito de Osaka, en busca de que se revocara la decisión de las autoridades migratorias y se le concediera el estatus de refugiado.
Es la segunda vez que la justicia japonesa falla a favor de un solicitante de asilo de la comunidad LGTBI para que sea reconocido como refugiado, según el equipo legal del demandante.
Japón reconoció como refugiados a un récord nacional de 303 personas en 2023 (el número total de solicitantes fue de 13.823), una cifra muy inferior a la de los países europeos y potencias como Estados Unidos, que recientemente elevó su límite anual a 125.000.
El país asiático tiene una estricta política de reconocimiento de refugiados que se debe principalmente a la ambigua definición de refugiado, criticada por activistas y organizaciones internacionales, y su bajo volumen de los que acepta es objetivo frecuente de críticas.
Esto llevó al Ejecutivo nipón a hacer públicas por primera vez en 2023 sus directrices para reconocer refugiados, entre las que se incluye que el solicitante corra riesgo de persecución en su país por su género o identificarse como miembro de una minoría sexual.