El acusado tiene la intención de declarar por primera vez tras más de año y medio de silencio desde que comenzara el proceso en diciembre de 2022, en el que únicamente confirmó su datos personales, anunció este miércoles el presidente de la Cuarta Sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Múnich, Markus Födisch.
Todavía no está claro si durante su declaración Von Erffa admitirá o negará los cargos que se le imputan.
"Nuestro cliente ha decidido contribuir al esclarecimiento de los hechos", dijo la abogada defensora Sabine Stetter, citada por "Zeit", y agregó que el acusado expondrá "su punto de vista de la cuestión" y está dispuesto a responder a las preguntas del tribunal y de las demás partes implicadas en el proceso.
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El tribunal había ofrecido a Von Erffa reducir la pena a entre seis y ocho años de cárcel a cambio de una confesión, pero su abogada no ha aceptado la oferta.
No obstante, Stetter no descartó la posibilidad de que aún pueda haber un acuerdo con el tribunal tras la declaración de Von Erffa en el que se llegue a un consenso sobre la condena.
Von Erffa, el expresidente de Wirecard, Markus Braun, y el antiguo gerente de una filial de la empresa en Dubái, Oliver Bellenhaus, están acusado de falsificar los balances del grupo desde 2015, manipulación de mercado, abuso de confianza y fraude en banda organizada, lo que causó pérdidas a los bancos deudores de 3.100 millones de euros.
Wirecard, considerada una empresa modélica en su sector hasta que estalló el escándalo, se hundió después de que el consejo de administración revelara que 1.900 millones de euros de activos -una cuarta parte del total- que supuestamente se guardaban en cuentas de garantía bloqueadas filipinas, no existían en realidad.
Braun, el principal acusado, que lleva cuatro años en prisión preventiva detenido, niega todas las acusaciones, mientras que Bellenhaus, por su parte, ha admitido la mayoría de los cargos.
De ser declarados culpables, la pena máxima legal para cada uno sería de 15 años de cárcel.
En tanto, el exjefe de ventas de Wirecard, Jan Marsalek, considerado la figura clave en este escándalo, continúa prófugo.
Como miembro del consejo, Marsalek se encargaba del negocio de terceros y era responsable de la región de Asia, donde se produjeron los presuntos hechos delictivos centrales de este escándalo.
Las autoridades sospechan que se encuentra en Rusia, después de que el 19 de junio de 2020 tomara un avión en un pequeño aeropuerto cerca de Viena destino a Minsk.