"La temperatura máxima diurna aumenta 0,6 grados centígrados por década, mientras que la mínima nocturna crece a un ritmo aún mayor, más de 0,8 grados por década", ha asegurado la directora de ese organismo estatal, Dimitra Founta, en declaraciones que publica este martes el diario Kathimerini.
El pasado junio las temperaturas superaron los 44 grados centígrados, mientras que hasta hace pocos años los valores en esta época solían situarse entre los 20 de mínima y los 33 de máxima, según las estadísticas.
Esta experta señala que el Mediterráneo oriental, donde se ubica Grecia, es una de las regiones más vulnerables a la crisis climática.
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"El ritmo de aumento de la temperatura en el Mediterráneo a partir de 1980 ha sido el doble de la media mundial", alerta Founta.
Ante estas cifras, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, advirtió el pasado lunes que se avecina un verano extremadamente peligroso y que las condiciones climáticas favorecen los incendios forestales.
Según el Observatorio, las mayores desviaciones de temperaturas se observaron en el centro del país y en el Peloponeso, con valores medios mensuales de hasta 4,8 grados centígrados por encima del nivel estacional.