“Después de examinar las investigaciones valoraremos la necesidad de abrir una revisión. Es esencial garantizar que el proceso de toma de decisiones no sea signo de un problema fundamental en cuestiones de seguridad”, indicó hoy Englman.
El interventor israelí recordó que varios funcionarios de seguridad advirtieron de que bajo el mandato de Abu Salmiya "se cometieron crímenes graves" en este centro hospitalario.
La liberación de Abu Salmiya, tras siete meses en un centro de detención israelí, provocó la indignación del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que rápidamente ordenó una investigación y lamentó que la decisión se tomara sin consultar a ningún miembro del Gobierno.
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"Este hombre, bajo cuya responsabilidad nuestros rehenes fueron retenidos y asesinados, debe estar en prisión", aseveró ayer el mandatario israelí.
Englam ya ha avanzado que solicitará a Netanyahu el material de estas investigaciones internas para examinar por qué fue puesto en libertad el ex director de este centro hospitalario, pese a que Israel le acusa de tener vinculación con la organización islamista Hamás.
Abu Salmeya, capturado por el Ejército en noviembre para ser interrogado por las supuestas actividades de Hamás en el centro, denunció haber sufrido "torturas severas" y agresiones diarias en prisión.
Además, señaló que algunos presos han llegado a perder hasta 30 kilos por la falta de comida: "Durante dos meses, ninguno de los prisioneros comió más que una rebanada de pan diaria".