"Afganistán no puede regresar a la esfera internacional ni desarrollarse en plenitud económica y socialmente si se le priva de las contribuciones y el potencial de la mitad de su población", dijo en rueda de prensa desde Doha la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, Rosemary DiCarlo.
DiCarlo hizo esta afirmación al término de la tercera ronda internacional de conversaciones sobre Afganistán, que ha congregado desde el domingo a una treintena de enviados especiales de países, ONG e instituciones para abordar cómo ayudar a la población afgana.
Sin embargo, la reunión ha sido criticada al dejar fuera, a petición de los talibanes, a activistas por los derechos de las mujeres afganas y representantes de la sociedad civil, que sí habían participado en los encuentros anteriores, en los que los talibanes no lo hicieron.
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"A lo largo de todas las discusiones estuvo presente la profunda preocupación internacional que para los enviados especiales significaban las continuas y graves restricciones impuestas a las mujeres y las niñas", agregó la representante de la ONU, que reconoció las críticas recibidas por excluir a las mujeres de la reunión.
En este sentido, aseguró que la inclusión de las mujeres en los procesos políticos es fundamental, mientras que afirmó que mañana, martes, se mantendrán debates centrados en la sociedad civil.
"Esta reunión que tuvimos es parte de un proceso y, aunque las mujeres y la sociedad civil no nos sentamos frente a las autoridades de facto durante los últimos dos días, hicimos oír sus voces", añadió DiCarlo, que lamentó que los talibanes rechacen sentarse con las mujeres y la sociedad civil en este tipo de reuniones.
Los talibanes han limitado gravemente los derechos al movimiento y al trabajo de las mujeres, y prohibido la educación superior femenina desde su llegada al poder en 2021, mientras que afirman que estas cuestiones son "internas" y deben quedar "separadas de las relaciones internacionales".
Las autoridades de facto afganas, asimismo, han buscado el reconocimiento internacional también en esta reunión en Doha, pese a que DiCarlo se ha desmarcado completamente de este objetivo de los talibanes.
"Me gustaría enfatizar que esta reunión y este proceso de compromiso no significa normalización ni reconocimiento", indicó la representante, que puntualizó que estas conversaciones han confirmado "la unidad de la comunidad internacional en su determinación de seguir colaborando con Afganistán".