"Hoy tuvimos una importante reunión con Zamir Kabulov, representante especial del Presidente de Rusia, en Doha. Se discutió el fortalecimiento de las relaciones entre Afganistán y Rusia. Rusia apoyó la posición del Emirato Islámico de Afganistán y el Emirato Islámico también agradeció a Rusia por su posición positiva", indicó el principal portavoz y jefe de la delegación afgana, Zabihullah Mujahid, en un mensaje en la red social X.
Los talibanes se encuentran en Doha para participar en la tercera ronda internacional de conversaciones sobre Afganistán, organizada por Naciones Unidas.
El especial acercamiento e intercambio de respaldos entre Kabul y Moscú ha creado la expectativa de un posible reconocimiento oficial del Gobierno ruso.
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Esta es la primera reunión que contará con la asistencia de los talibanes. También es la primera vez que representantes de la sociedad civil y activistas de derechos afganos no son invitados por la ONU a petición de los integristas.
Además de Mujahid, a este encuentro asisten representantes de los ministerios del Interior, de Asuntos Exteriores, de Comercio e Industria y del Banco de Afganistán (Banco Central).
Aunque la expectativa de una cita de este tipo ha estado incentivada por la búsqueda de una fórmula para presionar al régimen afgano sobre políticas internas y la situación de derechos humanos, los talibanes aclararon ayer que los temas internos de Afganistán, entre ellos los derechos de las mujeres como la educación o el libre movimiento, no son parte de la agenda del diálogo.
La delegación afgana se ha reunido también con representantes de otros países, según Mujahid.
En el encuentro con el representante de la India para Afganistán, Pakistán e Irán, J.P. Singh, "discutimos el fortalecimiento de las relaciones entre los dos países".
La India "apoyó la posición de Afganistán en la próxima reunión de Doha", aseguró el portavoz.
La agenda oficial de la reunión de Doha no se ha hecho pública, pero se espera que se aborden temas como la ayuda humanitaria, la reconstrucción del país y la lucha contra el terrorismo.
Kabul por su parte estima abordar asuntos como la lucha contra los narcóticos y las sanciones financieras y bancarias impuestas al país después de la llegada de los talibanes al poder, en agosto de 2021, y el sucesivo aislamiento internacional.
"Nuestra participación en esta reunión no es una posición de enemistad hacia ninguna de las partes, sino un compromiso con todas las partes, lo que debe entenderse y utilizarse mejor", dijo ayer el portavoz en una rueda de prensa.