El último informe de coyuntura económica trimestral del banco central japonés, conocido como Tankan, mostró hoy que el índice de confianza entre las grandes empresas manufactureras nacionales se situó en los tres meses, hasta junio, en 13 puntos, dos por encima de los 11 de la encuesta previa hasta abril.
Este nivel sería un reflejo de la mejora en la producción automovilística y a pesar de la continuada debilidad del yen, y la decisión del BoJ de mantener inalterados los tipos de interés en sus últimas reuniones mensuales.
Un yen débil favorece las ventas de los exportadores japoneses, pero también infla los costos de importación de las materias primas y la energía, ya crecientes de por sí, reduciendo el margen de beneficio de las empresas, altamente dependientes de estas compras, y forzándolas a repercutir estos incrementos en sus precios.
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Las grandes empresas no manufactureras japonesas se mostraron, sin embargo, algo más pesimistas y en el último informe trimestral Tankan publicado hoy, su confianza empeoró una unidad, hasta los 33 puntos.
Según las previsiones del BoJ, se espera que la confianza entre las grandes empresas manufactureras mejore un punto en el trimestre que acaba de arrancar, aunque estima que la de las no manufactureras decaiga seis unidades.
El índice Tankan mide el porcentaje de compañías japonesas que creen que las condiciones de negocio son favorables, menos las que piensan lo contrario, y está considerado como un importante anticipo sobre el crecimiento económico de Japón.