Taiwán culmina el mes con el mayor número de incursiones chinas en casi dos años

Taipéi, 30 jun (EFE).- Más de 300 aeronaves del Ejército chino traspasaron la línea divisoria del Estrecho de Taiwán o ingresaron en la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa en junio, la cifra más alta para un mes en casi dos años, en medio de la creciente presión del Gobierno chino sobre la isla.

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En su último parte diario del mes, el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán indicó que cinco aeronaves chinas cruzaron la línea media del estrecho -una frontera no oficial que había sido respetada por Taipéi y Pekín durante décadas- o se internaron en la ADIZ taiwanesa entre las 6:00 horal local del sábado (22:00 GMT del viernes) y las 6:00 hora local del domingo (22:00 GMT del sábado).

Esto eleva el número total de incursiones notificadas entre el 1 y el 30 de junio a 331, el mayor número registrado en un único mes desde agosto de 2022, cuando China lanzó un conjunto de maniobras militares alrededor de Taiwán en represalia por la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a la isla.

Durante ese mes, que marcó el mayor pico de tensión entre Taipéi y Pekín en décadas, el MDN registró un total de 446 vulneraciones de la línea media del estrecho o de la autoproclamada ADIZ, como parte de unos ejercicios militares a gran escala que incluyeron la utilización de fuego real y el lanzamiento de misiles a aguas cercanas a Taiwán.

Asimismo, desde la toma de posesión del soberanista William Lai (Lai Ching-te) como nuevo presidente taiwanés el pasado 20 de mayo, el Ejército chino ha incrementado considerablemente sus actividades en torno a la isla, protagonizando una media de diecisiete incursiones diarias más allá de la línea divisoria del estrecho o en la ADIZ.

Tensión entre EE.UU. y China por la venta de armas

El último recrudecimiento de la actividad china en la zona se produjo tras la aprobación, por parte del Departamento de Estado de EE.UU., de la posible venta de un sistema de drones de combate y misiles merodeadores a Taiwán por un valor de 360,2 millones de dólares (unos 336 millones de euros), en lo que supuso la decimoquinta venta de armas a la isla por parte de la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden.

La compra incluía 291 drones Altius 600M-V y 720 misiles merodeadores Switchblade 300, así como equipamiento relacionado con estos dispositivos, que servirán para mejorar las capacidades de defensa asimétrica de Taiwán.

El portavoz de la Cancillería china Lin Jian aseguró el pasado 20 de junio que la decisión de EE.UU. constituía una “grave violación de la soberanía y los intereses de seguridad” de China y que perjudicaba “gravemente” las relaciones entre Washington y Pekín, que considera la cuestión taiwanesa como la “línea roja” entre ambas potencias.

Asimismo, representantes del Departamento de Estado se reunieron en Taipéi con funcionarios del Ministerio taiwanés de Asuntos Exteriores el 21 de junio para abordar la “participación significativa” de Taiwán en el sistema de Naciones Unidas y otros foros internacionales, algo fuertemente restringido por el veto de China.

En este contexto, los aviones, helicópteros y drones de combate del Ejército chino han ensayado varios rodeos de la isla en las últimas semanas, aproximándose a tan solo 31 millas náuticas (unos 57 kilómetros) del cabo Eluanbi, en el extremo meridional de Taiwán.

El cerco cada vez más asfixiante de China ha obligado al Gobierno isleño a actualizar su definición de “primer ataque”: el ministro taiwanés de Defensa, Wellington Koo, aseguró a principios de mes que si las fuerzas chinas ingresan en el espacio aéreo o en las aguas territoriales de Taiwán, que se extienden a 12 millas náuticas (22 kilómetros) de sus costas, o emprenden un primer ataque, Taiwán puede ejercer su derecho a la autodefensa.

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