El declive del SNP: ¿El fin del sueño independentista escocés?

Susana Blaya Glasgow (R.Unido), 29 jun (EFE).- Escocia, bastión del Partido Nacional Escocés (SNP) desde hace más de una década, podría ser crucial para aumentar la mayoría de los laboristas en las elecciones generales británicas de este 4 de julio, si bien las encuestas anticipan que ganarán menos escaños, poniendo en riesgo el sueño independentista.

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La independencia de Escocia que defiende el SNP no solo se presenta como un llamamiento a la libertad, sino como una solución práctica a la desigualdad y las dificultades financieras.

Esta estrategia ha mantenido al SNP en el poder de la región durante los últimos 17 años, mientras en gran parte de ese periodo gobernaba el Partido Conservador en el Ejecutivo británico (central).

De los 59 escaños que tiene Escocia en el Parlamento de Westminster (central, con un total de 650 escaños), 43 correspondieron al SNP antes de la disolución parlamentaria el pasado mayo, pero las encuestas anticipan que puede sacar solo 15 en los comicios del 4 de julio.

Los últimos sondeos sugieren que el dominio de los nacionalistas en la política escocesa está amenazado por el resurgimiento del Partido Laborista, que espera obtener al menos varios escaños del SNP en las elecciones.

El sueño independentista escocés, en punto muerto

En el Parlamento escocés hay una mayoría de diputados que apoya la celebración de un segundo referéndum de independencia, si bien no tienen la autoridad legal para convocarlo sin el consentimiento británico, según dictaminó la Corte Suprema en 2022 cuando la antigua ministra principal escocesa Nicola Sturgeon quiso convocarlo para 2023.

Desde el referéndum fallido en 2014 -con un 44,7% a favor y un 55,3% en contra- y el dictamen del Supremo de noviembre de 2022, "el movimiento independencia ha estado en un punto muerto", dijo a EFE Zachary Greene, profesor asociado del Departamento de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Strathclyde (Escocia).

"Los partidarios más radicales han buscado ser más contundentes, mientras que el liderazgo del SNP intenta evitar el conflicto que rodeó el referéndum catalán de 2017", añadió.

El ministro principal escocés, John Swinney, sostiene que, si el SNP logra obtener la mayoría de los escaños escoceses en la Cámara de los Comunes el próximo jueves, esto debería interpretarse como un mandato para un nuevo referéndum, aunque tanto los conservadores como los laboristas han rechazado esta posibilidad, considerándola inviable.

Según dijo a EFE el prestigioso experto en sondeos electorales John Curtice, en el caso de que el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, ganase las elecciones tal y como auguran las encuestas, "no hay manera de que el Partido Laborista desee ver a Escocia desaparecer para convertirse en un estado independiente".

Curtice respondió con un rotundo "no" a la pregunta sobre la posibilidad de hacer un acuerdo de gobierno entre independentistas y laboristas: "A menos que tengamos un gobierno laborista minoritario que dependa potencialmente de partidos minoritarios para permanecer en el poder, pero ese mundo no va a ocurrir en el corto plazo".

La viceministra principal de Escocia, Kate Forbes, confirmó a EFE en una entrevista que no han estado en diálogo con el Partido Laborista. "Queremos ganar tantos escaños como sea posible para poder exigir responsabilidades al Partido Laborista en el próximo período parlamentario", dijo Forbes.

Causas del declive del SNP

El declive del SNP, según Curtis, se debe a problemas internos del partido más que a la cuestión de la independencia, cuyo apoyo ha permanecido estable alrededor del 47-48% en los últimos dos años.

Curtice señala que comenzó con la dimisión de Sturgeon en febrero pasado, seguida por una contienda por el liderazgo entre Humza Yousaf y Kate Forbes, con Yousaf surgiendo como líder (quien dimitió este año).

Esta crisis coincidió con el ascenso del apoyo al Partido Laborista en Escocia y el Reino Unido, exacerbado por el llamado "partygate" (las fiestas en la residencia oficial de Downing Street durante la pandemia) y la caída del ex primer ministro Boris Johnson (2022).

"A corto plazo, el SNP seguirá siendo el partido líder del gobierno escocés y probablemente buscará culpar al liderazgo anterior por cualquier pérdida electoral", señaló Greene.

El apoyo a la independencia se mantiene en un 53%, según la encuesta más reciente de la firma YouGov, más alto que en 2014 y probablemente suficiente para que el referéndum tuviera éxito.

Sin embargo, el contexto actual marca un retroceso para el sueño independentista escocés, a pesar de su apoyo público dentro de Escocia, según los expertos.

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