En una declaración, suscrita en Managua junto "a nuestros periodistas y comunicadores, dignos descendientes de Manuel Díaz y Sotelo y del periodismo y la comunicación revolucionaria y evolucionaria de todos los tiempos y todas las circunstancias de luchas victoriosas", el Gobierno sandinista saludó "la liberación del valiente comunicador australiano Julian Assange".
El Ejecutivo nicaragüense que preside Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, destacó que las publicaciones y revelaciones de Assange "permitieron al mundo conocer más de los embustes que, vendidos como angelicales rescates de la democracia, expusieron en toda su desgraciada y brutal intensidad, la barbarie imperialista en tantas partes del mundo".
"Al celebrar su libertad hacemos extensivo nuestro abrazo solidario a su esposa Stella, a sus hijos, y a todos los militantes de las causas verdaderas, que le han acompañado durante todos estos años de reclamo de justicia y respeto a la libertad de expresión", agregó.
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En su declaración, el Gobierno sostuvo que la familia humana "sigue/seguimos aprendiendo más y más sobre la hipocresía salvaje, cobarde, atroz, que el neocolonialismo fascista pretende vender para continuar engañando al mundo".
Al menos 56 medios de comunicación han sido cerrados o confiscados por el Gobierno de Ortega desde abril de 2018, incluyendo el influyente diario La Prensa, Confidencial y 100 % Noticias, según el movimiento Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) y la ONG Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Hasta abril de 2024, al menos 253 periodistas, comunicadores, directores y otros trabajadores de medios han tenido que salir de Nicaragua de manera forzada.
La justicia estadounidense acusó a Assange de hasta 18 delitos por violar la Ley de Espionaje debido a una de las mayores filtraciones de información clasificada en la historia de Estados Unidos en 2010.
Las revelaciones incluyeron, entre otros, secretos de las guerras de Irak y Afganistán, así como datos sobre los detenidos en la base de Guantánamo en Cuba.
Según el acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia, Assange, de 52 años y nacionalidad australiana, se declarará culpable de un solo cargo por conspirar para obtener y difundir ilegalmente información clasificada, con lo que podrá volver a Australia tras haber pasado cinco años en una prisión británica.