Mayoría de participantes en experimento de semana laboral reducida en Portugal la mantiene

Lisboa, 24 jun (EFE).- La mayor parte de las 41 compañías participantes en un proyecto piloto en Portugal para aplicar la semana laboral reducida ha mantenido este modelo, tras el fin de este experimento, según el informe final publicado este lunes.

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La iniciativa, coordinada por los investigadores Pedro Gomes y Rita Fontinha, se desarrolló entre junio y noviembre de 2023, estuvo impulsada por el antiguo Gobierno del socialista António Costa y sus resultados han sido publicados hoy en la página web del Instituto luso de Empleo y de Formación Profesional.

De las empresas que tomaron parte en el estudio el 52,4 % ha respondido que mantiene el mismo modelo que puso en marcha durante el piloto, mientras que el 23,8 % dijo que también lo iba a hacer pero "en menor escala", el 4,8 % contestó de forma afirmativa, mas con otro sistema ajustado; y el 19 % que no.

Las condiciones para aplicar la semana reducida eran que no se produjera un recorte salarial, que supusiera una disminución de las horas trabajadas semanalmente y que fuera voluntaria y reversible.

La mayor parte de las firmas, el 51,2 %, aplicó una semana de cuatro días, mientras que el 48,8 % implementó una quincena de nueve jornadas laborales.

Hubo distintas maneras de desarrollar estos dos modelos: algunas compañías prefirieron tener cuatro días laborales, con el viernes libre; otras se decantaron por tener una jornada aleatoria de libranzas entre semana; y otras empresas optaron por crear turnos entre sus trabajadores y que fueran rotando.

También hubo compañías que crearon "equipos espejo", es decir, que trabajaban los días que el resto de empleados no lo hacía.

El 25,5 % de las empresas eligió una semana de 36 horas; el 42,5 % optó por 32 horas o menos; y el 5 % , 34 horas.

Para acortar la semana, no solo se redujo el número de horas trabajadas, sino que también la mayoría de las empresas disminuyó el tiempo de reuniones, además de adoptar nuevo software y de automatizar o eliminar procesos, entre otros

La empresas participantes no recibieron ninguna ayuda económica, pero sí formación para implementar este sistema.

El proyecto se desarrolló a lo largo de tres fases: una primera de reflexión, que duró tres meses; una segunda de preparación, de tres meses; y una tercera de prueba, que tuvo una duración de seis meses.

De las 41 firmas que aplicaron este modelo, hubo 21 que lo ejecutaron a partir de junio de 2023, mientras que veinte lo hicieron en otras fechas. En total, el proyecto afectó a 332 trabajadores, de los que el 67 % eran mujeres y el 55 % menores de 40 años.

Las compañías participantes son del sector de la consultoría, ciencia y tecnología, el inmobiliario, la industria, el comercio, servicios administrativos y educativo, entre otros; y tienen menos de 20 trabajadores.

Si se observa el impacto financiero, la mayor parte de las firmas no sufrió costes, pero tampoco tuvo ahorros significativos.

En cuanto a los resultados económicos, el 72 % incrementaron sus beneficios, con un aumento medio del 12 %. Asimismo, en el 86 % de las compañías ascendieron los ingresos.

Respecto a cómo afecto a los empleados, los trabajadores pasaron de estar en sus puestos 41,6 horas semanales antes de este piloto a 36,5 horas.

Previo al proyecto, el 71 % afirmaba que había sufrido en algún momento desgaste al final de la jornada laboral, lo que pasó al 47 % durante este experimento.

De la misma manera, antes de este iniciativa, el 42 % de los empleados había sentido ansiedad y el 64 % fatiga, mientras que durante el proyecto esos porcentajes pasaron al 27 % y el 42 % respectivamente.

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