La representante especial de la Oficina de ONU Mujeres para los territorios palestinos ocupados, Maryse Guimond, señaló que en la visita que realizó en los últimos días a Gaza los bombardeos fueron constantes y no hubo ninguna parte del día en la que no se escucharán explosiones.
El jefe de cirugía para los territorios palestinos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Thanos Gargavanis, aseguró -durante una comunicación con la prensa por videoconferencia- que no hubo recientemente ningún día de calma que pudiera ser aprovechado por los operadores humanitarios para agilizar la entrada de asistencia.
"Las cosas que se dicen públicamente no se aplican en el terreno y nada ha cambiado", recalcó, en referencia a la fuerte disminución de la ayuda desde que la incursión militar israelí se extendió a Rafah, al sur de Gaza, hace cerca de un mes y se cerró el principal paso fronterizo que se utilizaba hasta ese momento para fines humanitarios.
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En ese momento, los suministros vitales ya entraban de forma muy limitada, pero desde entonces disminuyeron aún más y la entrada se realiza por otro cruce ubicado también al sur del territorio palestino, conocido como Kerem Shalom, abierto parcialmente.
"Lo que entra es realmente muy poco", afirmó en Ginebra el portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke, quien agregó que además de los combates activos en esa área, los trabajadores humanitarios también afrontan situaciones graves de desorden público que Israel tiene la responsabilidad de solucionar.
"Las autoridades israelíes tienen la responsabilidad, como potencia ocupante, de asegurarse de que la asistencia llega a quienes la necesitan y de crear las condiciones para que la ONU y sus socios hagan su trabajo", recalcó.