El jueves, China ya había condenado la aprobación por parte del Departamento de Estado de EE.UU. de la venta de un sistema de drones de combate y misiles merodeadores a Taiwán por un valor de 360,2 millones de dólares (335 millones de euros), asegurando que la cuestión de Taiwán es "la línea roja" entre Washington y Pekín.
Entre las empresas sancionadas, a las que se congelarán sus bienes en China, se encuentran varias filiales del grupo Lockheed Martin así como los ejecutivos James Teclit, Frank St. John, y Jesse Malefe.
Se les prohibirá realizar operaciones en el país y se les denegará la entrada en territorio chino, incluyendo Hong Kong y Macao, recoge hoy la Cancillería china en un breve comunicado.
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El portavoz de Exterioes Lin Jian declaró el jueves que la decisión de EE.UU. de vender armas a Taiwán constituye una "grave violación de la soberanía y los intereses de seguridad" de China, "perjudica gravemente las relaciones entre China y EE.UU." y "amenaza la paz y la estabilidad" en el Estrecho de Taiwán
Lin señaló que esta decisión "envía una señal errónea a las fuerzas separatistas" de la isla.
La cuestión de Taiwán es uno de los mayores focos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático
En los últimos años Pekín ha intensificado su presión sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra contra el Ejército comunista en 1949.