Los restos mortales del zar Fernando I de Bulgaria llegan a Sofía 76 años después

Sofía, 29 may (EFE).- El último rey de Bulgaria y exprimer ministro, Simeón II Sajonia-Coburgo-Gotha y Saboya, recibió este miércoles en Sofía los restos mortales de su abuelo, el zar Fernando I, que llegaron a bordo de un avión militar desde la ciudad alemana de Coburgo donde murió hace 76 años.

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Fernando I reinó el país balcánico primero como príncipe entre 1887 y 1908 y tras la liberación de Bulgaria del Imperio Otomano como zar entre 1908 y 1918.

Los restos del zar descansaban en la cripta de la iglesia de San Agustín en Coburgo, una ciudad situada en el estado federado de Baviera, en el sur de Alemania.

Fernando I murió en 1948, tras treinta años de exilio alemán, y su deseo fue ser enterrado en su Bulgaria natal, lo que sucede ahora con décadas de retraso.

Un avión militar de transporte de las Fuerzas Aéreas de Bulgaria aterrizó este miércoles en el aeropuerto de Sofía, donde el ataúd fue descargado con solemnidad y saludos militares.

Tras rituales ortodoxos y católicos, el ataúd fue colocado por soldados de la guardia nacional en un coche fúnebre que partió hacia el palacio Vrana, en las afueras de Sofía, donde residen Simeón y su esposa, la española Margarita Gómez-Acebo.

Los restos de Fernando I fueron recibidos en la entrada del palacio por los antiguos monarcas junto a sus hijos y familiares y otros invitados.

Tras una procesión solemne y ceremonia militar, el ataúd fue trasladado finalmente al vestíbulo central para una breve despedida en el círculo familiar.

“Con la vuelta de los huesos del rey Fernando, Bulgaria es la última república de Europa en tomar esta medida en nombre de su propia historia y su condición de Estado", dijo Simeón II.

“Es una cuestión de obligación y orgullo nacional”, agregó el profesor asociado Ivaylo Shalafov, director del Fondo Tsar Boris y Tsaritsa Joanna, responsable de haber traído los restos de Fernando I al país balcánico.

Fernando I es una figura controvertida en su país pues, si bien fue el gobernante que declaró la independencia de Bulgaria en 1908, tras 30 años como vasallo del Imperio Otomano, a continuación el país participó en tres grandes guerras, que mermaron mucho su territorio.

Tras la Primera Guerra Mundial, en la que Bulgaria era una aliada de Alemania, el monarca renunció en 1918, se exilió en Baviera y fue sucedido por su hijo Boris III (el padre de Simeón II), quien se alió con los nazis.

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