El rebelde M23 se declara listo para retirarse de territorios ocupados en RDC

Kinshasa, 7 dic (EFE).- El grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), cuyos combates con el Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) en el noreste del país han dejado cientos de muertos este año, se mostró dispuesto a "retirarse" de los territorios que ocupa e iniciar un diálogo para la paz con las autoridades.

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"El M23 está listo para iniciar la retirada y replegarse", dijo el portavoz político del grupo, Lawrence Kanyuka, en un comunicado que recogen hoy medios locales.

El M23 solicitó asimismo una "reunión" con la fuerza militar conjunta de la Comunidad de África del Este (EAC, en inglés), que se ha empezado a desplegar en el este congoleño, así como con el mediador de este bloque regional, el expresidente keniano Uhuru Kenyatta, que auspicia el proceso de paz entre el Gobierno congoleño y los grupos armados activos en esa zona del país.

El M23, considerado terrorista por Kinshasa y que no detuvo sus ataques desde el inicio de la primera ronda de negociaciones el pasado mes de abril en Nairobi, ha sido hasta ahora excluido del proceso.

"El M23 reitera su disposición para un diálogo directo con el Gobierno de la RDC para encontrar una solución duradera a las causas profundas del conflicto en el este de la RDC", añadió Kanyuka en la nota, emitida este martes.

El grupo confirmó también su "mantenimiento del alto el fuego", exigido el pasado 23 de noviembre en una cumbre en Luanda a invitación del presidente de Angola, João Lourenço, mediador de la Unión Africana entre la RDC y Ruanda, a quien Kinshasa acusa de apoyar al M23.

Aunque Kigali niega rotundamente ese extremo, un informe de expertos de las Naciones Unidas filtrado el pasado mes de agosto confirmó esa cooperación.

En esa cumbre, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, y el ministro ruandés de Asuntos Exteriores, Vincent Viruta -en representación de su presidente, Paul Kagame-, exigieron un cese de las hostilidades a partir del 25 de noviembre, pero los combates estallaron de nuevo el pasado jueves.

Asimismo, al menos 272 personas murieron en un ataque perpetrado por el M23 la semana pasada en la localidad de Kishishe, en el territorio de Rutshuru, en la provincia de Kivu del Norte, según el Gobierno congoleño.

Los rebeldes, en cambio, situaron el número de civiles muertos en ocho, a causa de "balas perdidas".

El M23 se creó en 2012, cuando soldados congoleños se sublevaron por la pérdida de poder de su líder, Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra; y debido a supuestos incumplimientos del acuerdo de paz del 23 de marzo de 2009, que da nombre al movimiento.

El grupo exigía renegociar ese acuerdo firmado por la guerrilla congoleña Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) para su integración en el Ejército, a fin de mejorar sus condiciones.

El CNDP, formado principalmente por tutsis (grupo que sufrió en gran medida el genocidio ruandés de 1994), se constituyó en 2006 para -entre otros objetivos- combatir a los hutus de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país de origen.

Tras años de inactividad, el M23 empezó a operar de nuevo el pasado marzo y al menos 340.000 personas se han visto desplazadas a causa de sus combates con las FARDC, según la ONU.

Después de meses de pausa, los enfrentamientos se reactivaron este octubre y el M23 ha avanzado hacia Goma, la estratégica capital de Kivu del Norte, que los rebeldes ya tomaron en 2012.

El este de la RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto avivado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).

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