RDC y Ruanda insisten en mantener el "diálogo político" a pesar de la tensión

(Corrige el primer párrafo) Luanda, 6 nov (EFE).- Los ministros de Asuntos Exteriores de la República Democrática del Congo (RDC) y de Ruanda mantuvieron una reunión en Luanda, donde acordaron "mantener el diálogo político" entre ambos países ante la escalada de tensión por el conflicto en el noreste de la RDC.

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Según un comunicado difundido a última hora de ayer, el congoleño Christophe Lutundula Apala y el ruandés Vincent Biruta se reunieron este sábado en el marco del proceso de diálogo de Luanda, liderado por el jefe de Estado angoleño, João Lourenço, en calidad de presidente de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (CIRGL), para "restablecer el clima de confianza entre ambos países".

Con la mediación del titular de Asuntos Exteriores angoleño, Téte António, los dos ministros acordaron el "mantenimiento del diálogo político (...) como medio de resolución de la crisis" y "la definición de un calendario para poner en marcha la hoja de ruta" acordada por los presidentes de ambos países el pasado mes de julio, cuando se iniciaron las conversaciones.

Asimismo, los ministros acordaron el despliegue "inmediato" de un "mecanismo de verificación ad hoc" en la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, donde opera el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).

Mientras, las acusaciones cruzadas continúan y el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, hizo un llamamiento esta semana a sus ciudadanos a alistarse en el Ejército frente a la "agresión" de Ruanda, a quien Kinshasa acusa de apoyar al M23.

Kigali siempre ha negado este extremo, si bien un informe confidencial de expertos de las Naciones Unidas filtrado a principios del pasado agosto confirmó la cooperación.

Después de que el grupo se reactivara en marzo y tras unos meses de pausa posteriores, a finales de octubre los combates con las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) estallaron de nuevo, lo que permitió a los rebeldes tomar el control de varias localidades y provocó el desplazamiento de más de 200.000 personas, según el presidente congoleño.

El M23 se creó en 2012, cuando soldados congoleños se sublevaron por la pérdida de poder de su líder, Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra; y debido a supuestos incumplimientos del acuerdo de paz del 23 de marzo de 2009, que da nombre al movimiento.

El grupo exigía renegociar ese acuerdo firmado por la guerrilla congoleña Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) para su integración en el Ejército, a fin de mejorar sus condiciones.

El CNDP, formado principalmente por tutsis (etnia que sufrió en gran medida el genocidio de Ruanda de 1994), se constituyó en 2006 para -entre otros objetivos- combatir a los hutus de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), grupo rebelde creado por algunos de los cabecillas del genocidio y otros ruandeses refugiados en ese país para recuperar el poder político en Kigali.

El este de RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto avivado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco), que tiene desplegados unos 14.000 efectivos.

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