Las diferencias educativas se dan entre los alumnos por razón, mayoritariamente, de su origen y circunstancias personales y familiares, y también entre los países, según el informe "Educación inclusiva en Centroamérica y República Dominicana: balance, opciones y recomendaciones de política", presentado en Madrid.
Costa Rica y Panamá, además de la República Dominicana, presentan perspectivas educativas "favorables", en tanto que El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua tienen que "mejorar", según las conclusiones del estudio de la OEI, con la colaboración del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
El informe analiza indicadores como abandono escolar prematuro, acceso a la educación y tasas de conclusión de estudios.
"Estamos trabajando de la mano de aliados como SICA y el BCIE en una transformación educativa, porque el futuro tiene que ser distinto”, subrayó Jabonero, según informó la OEI.
El presidente del Consejo Asesor de la OEI y coordinador de la publicación, Otto Granados, indicó que el informe toma relevancia cuando “todos los países de nuestra región redujeron el gasto en educación".
Advirtió de que, si bien todos los países incluyen en su legislación el principio de equidad, "se quedan cortos y generan cuellos de botella para ser efectivos”.
“No en todos los países la desigualdad se reconoce en los programas públicos”, puntualizó.
ACCESO ESCOLAR E IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
En toda la región centroamericana, con tasas diferencias entre países, la cobertura escolar se comporta en “U invertida”, es decir, es baja en educación infantil, alta en educación primaria y nuevamente baja en media y secundaria.
El informe destaca que la región comparte retos ligados a la desigualdad económica, donde el 20 % más rico tiene cinco veces más probabilidades que el 20 % más pobre de terminar el bachillerato.
Y alude a la necesidad de trabajar para reducir la brecha digital en la región con estrategias más focalizadas en la formación docente.
Entre las recomendaciones, se propone un observatorio de inclusión que sirva para compartir información entre los países y la creación de redes de trabajo regionales, sobre todo para el fortalecimiento de la formación continua del profesorado.
Es urgente, además, cambiar los mecanismos de asignación presupuestarios, para que sean más ágiles y centrados en aspectos más rentables, como la educación a lo largo de la vida, ya que la explosión demográfica de la región así lo va a exigir.
Finalmente, se advierte de la necesidad de fortalecer el trabajo con organismos intergubernamentales, así como con organizaciones civiles especializadas en educación presentes en Centroamérica.
Asistieron a la presentación embajadores y otros representantes diplomáticos de los países citados.