El poliamor y las relaciones abiertas son formas de relaciones amorosas que desafían las normas tradicionales. Mientras que el poliamor aboga por la posibilidad de amar y mantener relaciones con varias personas simultáneamente, las relaciones abiertas permiten tener relaciones sexuales fuera de la pareja principal.
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Ambos conceptos cuestionan el monogamismo impuesto culturalmente, generando curiosidad y controversia. Pueden ser modelos sanos, pero los problemas brotan cuando las reglas no son claras o la apertura se da solo para uno de los miembros de la unión.
Hay muchos tabúes y estigmas sociales sobre el poliamor y las relaciones abiertas. Son vistas a menudo como tabú debido a la profunda inmersión de la sociedad en el modelo monógamo.
Los tabúes principales incluyen una supuesta infidelidad encubierta, ya que a menudo se confunden con adulterio o falta de compromiso.; el concepto de amor verdadero o la creencia de que el amor verdadero solo puede existir entre dos personas; y el juicio moral, ya que ambos modelos son vistos como inmorales o como una amenaza a la estructura familiar tradicional.
Superar los desafíos del poliamor y las relaciones abiertas para gozar de sus beneficios
Muchos son los desafíos de las relaciones no monógamas. Optar por el poliamor o una relación abierta puede implica enfrentar celos y superarlos requiere confianza, comunicación clara y seguridad emocional.
Además, para que funcione, es primordial mantener una comunicación transparente, constante y abierta para manejar expectativas y límites.
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La gestión del tiempo es otro desafío a tener en cuenta. Coordinar agendas y necesidades emocionales o físicas puede ser complicado.
Además, las personas que optan por este tipo de relaciones a menudo deben enfrentar la falta de aceptación social. La incomprensión por parte de familiares y amigos puede ser una fuente de estrés.
Pese a los desafíos, las relaciones poliamorosas y abiertas ofrecen beneficios significativos, como el crecimiento personal, pues promueven la introspección, la comunicación efectiva y el aprendizaje constante. Además, ofrecen una variedad más amplia de experiencias emocionales y sexuales.
Por otro lado, más relaciones pueden significar un sistema de apoyo emocional más robusto.
Comunicación: el pilar fundamental en este tipo de relaciones
La comunicación es el aspecto más crucial de estas relaciones. Establecer un diálogo honesto desde el inicio sobre los límites, deseos y preocupaciones ayuda a prevenir malentendidos.
Es imperativo abordar regular y proactivamente las emociones e inseguridades emergentes. Además, cuando hay un desbalance en el uso de la relación abierta empiezan los problemas. Un escenario común es cuando solo una de las partes hace uso del beneficio de la relación abierta.
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Esto puede dar lugar a problemas como sentimientos de desigualdad. La parte que no aprovecha el beneficio puede sentirse dejada de lado o menos deseada.
Por otro lado, en esos casos surgen los resentimientos acumulados, ya que la falta de reciprocidad puede generar rencores y tensiones en la relación.
La inseguridad emocional que enfrenta la parte inactiva de la pareja es otra realidad. La persona que ve a su pareja con otra luego de un mutuo acuerdo, puede de igual manera experimentar inseguridades sobre su atractivo o valor cuando ella misma no hace uso de ese acuerdo.
Superar este mal escenario requiere una reevaluación de necesidades y deseos. Se deben tener conversaciones abiertas y sinceras sobre cómo se siente cada uno acerca del arreglo actual y hacer ajustes si es necesario.
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Proporcionar un refuerzo emocional y asegurarse de que la parte que no participa activamente sienta su valor en la relación también será un punto a tratar. Por último, el apoyo mutuo y comprensión harán una gran diferencia y para esto habrá que empatizar con las emociones y preocupaciones del otro, mostrándose comprensivo y solidario.
Aunque el poliamor y las relaciones abiertas desafían las normas tradicionales, ofrecen formas alternativas y saludables de amor y conexión. Al romper con los estándares monógamos, estas relaciones nos invitan a reconsiderar nuestras concepciones sobre el amor, la lealtad y la felicidad.
En última instancia, el éxito en cualquier relación, monógama o no, depende de la honestidad, la confianza y la comunicación efectiva entre las partes involucradas.