El curving es una forma sutil, pero efectiva, de evitar una conexión profunda en las relaciones. Reconocer las señales de curving puede ayudarte a protegerte emocionalmente y a tomar decisiones conscientes sobre con quién querés invertir tu tiempo y energía.
La comunicación abierta y la auto-reflexión son clave para manejar esta situación de manera efectiva.
¿Qué es el curving?
El curving es una forma de evasión emocional aplicada en las relaciones, especialmente en el contexto de las citas. A diferencia del ghosting, donde una persona corta todas las formas de comunicación de manera abrupta, el curving implica mantener una comunicación intermitente y evitar compromisos claros.
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La persona que curva no desaparece por completo, sino que responde esporádicamente y proporciona señales mixtas, lo que deja a la otra persona en un estado de incertidumbre.
Existen varias razones por las que alguien podría utilizar el curving en una relación o interacción. Una de ellas es el miedo al conflicto. Algunas personas hacen curving para evitar confrontaciones directas o incómodas. Prefieren dejar las cosas en un limbo en lugar de enfrentar la realidad de terminar una relación o ser honestas sobre su falta de interés.
Otro motivo es la indecisión. Algunas personas pueden no estar seguras de sus propios sentimientos y, en lugar de tomar una decisión definitiva, optan por mantener una conexión mínima sin comprometerse.
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En ciertos casos, el curving se utiliza como una estrategia para mantener a alguien “en reserva” mientras se exploran otras opciones más atractivas.
Cómo detectar el curving
Identificar el curving puede ser desafiante debido a su naturaleza ambigua. Sin embargo, hay ciertas señales que pueden indicar que estás siendo objeto de esta práctica. Por ejemplo, si la persona con la que estás interactuando tarda mucho en responder o sus respuestas son evasivas y sin compromiso, podría estar encubriendo una intención de curving.
También la falta de planes concretos puede ser una señal de curving. Si evitan hacer planes firmes o cancelan compromisos en el último momento sin una buena razón, esto podría ser un indicador de curving.
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Los mensajes contradictorios también son una llamada de atención. Las señales mixtas, como mostrar interés un día y desinterés al siguiente, pueden generar confusión intencionada.
Por último, será necesario observar las interacciones superficiales. Las conversaciones que se limitan a temas triviales o genéricos y nunca profundizan en temas personales o significativos también podrían ser un indicio de curving.
Cómo manejar el curving
Si sentís que estás siendo víctima de curving, es importante saber cómo manejar la situación de una manera saludable. Una forma es a través de la comunicación directa. Intentá hablar abiertamente sobre tus sentimientos y buscá aclaraciones sobre el comportamiento ambiguo. Esto podría llevar a una resolución clara.
Establecé límites: definí qué tipo de interacción estás dispuesto a aceptar y mantené esos límites para proteger tus emociones. Y si la otra persona no muestra interés en cambiar su comportamiento, considerá seguir adelante y buscar relaciones más satisfactorias y recíprocas.