A diferencia de los deportes competitivos, el yoga no busca superar marcas ni enfrentar desafíos, aunque algunas posturas pueden ser exigentes y requieren de coordinación con la respiración.
Siempre es posible descansar durante una sesión de yoga sin sentir vergüenza. Puedes optar por la postura del niño (balasana) o simplemente sentarte unos momentos para recuperar la respiración antes de continuar con la clase.
En yoga, no existe el juicio si decides tomar un descanso o saltarte alguna postura. Es fundamental recordar que el yoga se disfruta, no se debe sufrir.
Una clase completa de yoga incluye una fase de relajación en la postura savasana. Saltarse esta etapa sería perder una parte crucial de los beneficios del yoga. Al finalizar una sesión de más de 30 minutos, se recomienda dedicar entre 5 y 10 minutos a la relajación.
Cómo practicar la relajación adecuada
Para realizar savasana, tumbate boca arriba sobre la esterilla, con los brazos ligeramente separados del cuerpo y las palmas hacia arriba. Las piernas abiertas con los pies caídos hacia los lados. Cerrá los ojos y concéntrate en recuperar una respiración natural. Con cada exhalación, liberá la tensión y la rigidez muscular.
En savasana, relajá también los órganos de los sentidos. Suavizá las aletas de la nariz, los canales de los oídos y los músculos de la cara, la frente, los párpados, la boca, la lengua y las mandíbulas. La clave está en sentir conscientemente cada parte del cuerpo y relajarla por completo sin moverla. Este proceso es restaurador para el cuerpo, la mente y el espíritu.
Relajación de la mente y el cuerpo: una necesidad
La vida moderna nos mantiene ocupados y distraídos, proyectándonos constantemente en el futuro o atrapados en el pasado. Vivimos a un ritmo acelerado sin detenernos a disfrutar del momento presente. Esta forma de vida puede agotar tanto nuestra mente como nuestro cuerpo.
La relajación es una parte esencial del yoga que nos ayuda a encontrar un equilibrio y a recuperar la energía.
La esencia del yoga radica en la relajación
La práctica de asanas es solo una introducción a lo que el yoga puede ofrecernos en términos de autoconocimiento y desarrollo personal. Muchos comienzan yoga para combatir el estrés, aliviar dolores de espalda o ganar flexibilidad. A lo largo de la práctica, descubren los numerosos beneficios tanto físicos como mentales de la relajación en yoga.
Savasana no debe confundirse con una simple siesta. Es un estado de relajación profunda donde se pierden las sensaciones corporales y se silencia la mente. Esto permite al practicante ir más allá del marco físico y mental.
Mantener hábitos saludables
Para sentir los beneficios del yoga a largo plazo, es importante adoptar una rutina de hábitos saludables. Nuestro plan incluye herramientas prácticas de yoga, mindfulness, relajación y respiración para que puedas integrarlas en tu día a día y disfrutar de una mente más serena y calmada.