Desde 1924 a 2024, los Juegos han permitido superar los límites deportivos

PARÍS (FRANCIA). Los Juegos Olímpicos regresan a París cien años después de la anterior edición en la capital francesa. Desde 1924, las citas olímpicas supusieron un momento de avance del deporte, tanto en su expansión mundial como en los récords individuales.

El maratonista boliviano Héctor Garibay realiza una rutina de entrenamiento. Los Juegos Olímpicos regresan a París cien años después de la anterior edición en la capital francesa. Desde 1924, las citas olímpicas supusieron un momento de avance del deporte, tanto en su expansión mundial como en los récords individuales.ESTEBAN BIBA
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Hace cien años, compitieron atletas de 44 países en París, mientras que este verano habrá más de 200 delegaciones olímpicas.

El número de disciplinas también aumentó de manera considerable, pasando de 126 hace un siglo a 329 este año.

Aunque había cerca de un tercio menos de pruebas, en los Juegos de 1924 se batieron hasta nueve récords del mundo.

Con más atletas y mayor internacionalización, los Juegos también han adquirido otra dimensión deportiva, como ilustran algunas de sus pruebas más emblemáticas.

Los 100 m

Los corredores estadounidenses habían dominado los 100 metros, la prueba reina del atletismo, desde las primeras ediciones de los Juegos modernos.

Pero eso cambió en París-1924, donde el británico Harold Abrahams se impuso en esa disciplina con un tiempo de 10,60 segundos.

La historia de Abrahams, junto con la del escocés Eric Liddell, que por su fe cristiana se opuso a correr un domingo y se conformó con ganar el 400 m, inspiró la famosa película ‘Carros de fuego’.

Durante las siguientes décadas, los atletas lograron bajar de los 10 segundos y en Londres-2012 el jamaicano Usain Bolt se proclamó campeón olímpico con un 9,63, es decir, un segundo más rápido que Abrahams.

El actual récord del mundo pertenece al mismo Bolt, quien corrió esa distancia en 9,58 en 2009.

El reinado en este siglo XXI en los 100 m por parte del jamaicano ejemplifica la globalización del deporte y la manera en que países como Jamaica (Usain Bolt o Yohan Blake), Trinidad y Tobago (Hasely Crawford, Ato Boldon) o Namibia (Frankie Fredericks) consiguieron competir en esa disciplina con Estados Unidos.

De ese último país, sin embargo, procede una de las grandes leyendas entre los esprínteres: Carl Lewis, con hasta nueve medallas de oro.

Los 10.000 m y maratón

Los finlandeses fueron en 1924 los grandes dominadores de las carreras de medio fondo y fondo, hasta el punto de ganarse el sobrenombre de “Finlandeses voladores”.

Paavo Nurmi ganó en cinco disciplinas, entre ellas el 1.500 m y el 5.000 m, mientras que Ville Ritola se impuso en el 10.000 m y el 3.000 m.

Con 37 medallas y 14 de oro, Finlandia quedó tercera en el medallero de París-1924, viéndose solo superada por Estados Unidos (99) y Francia (41). Desde entonces, el pequeño país escandinavo ha perdido mucha relevancia en el mundo del atletismo.

Las carreras de fondo en los últimos Juegos estuvieron dominadas por los etíopes Haile Gebrselassie y Kenenisa Bekele y por el británico Mo Farah.

Las marcas actuales tienen poco que ver con las de hace un siglo.

Aunque en 1924 mejoró su récord del mundo al terminar el 10.000 m con 30 min y 23 seg, los fondistas terminan ahora esa disciplina en 27 min.

La evolución resulta aún más significativa en el caso del maratón, donde los tiempos se han reducido en más de media hora.

El finldanés Albin Stenroos corrió en 1924 con 2 h 41 min y 22 seg, mientras que el keniano Kelvin Kiptum hizo el año pasado el actual récord del mundo al recorrer la misma distancia en 2 h y 35 seg.

Son 100 m libres de natación

En 1924, el estadounidense Johnny Weissmuller se proclamó campeón olímpico en 100 m libres de natación con un tiempo de 59 segundos.

Desde entonces, Estados Unidos ha sido una potencia en natación, a pesar de que hubo grandes campeones procedentes de otros países, como Rusia (Alexander Popov), Países Bajos (Pieter van den Hoogenband) o Francia (Alain Bernard).

Las marcas también han evolucionado en este siglo y los grandes nadadores actuales recorren los 100 m en 47 segundos.

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