“Los síntomas en los que uno piensa para un trastorno alimentario clásico son conductas de pérdida de peso extremas o poco saludables, como vómitos o ayuno, pero la imagen corporal masculina idealizada en realidad no se acerca al mismo ideal”, explica Carolina Sosky, nutricionista especializada en diversas áreas como en trastornos de la alimentación, inmunonutrición, nutrición deportiva, nutrigenética y nutrición infantil.
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Carolina Sosky señala que muchos hombres intentan volverse musculosos y aumentar su volumen, este trastorno es conocido como “Vigorexia”.
“La vigorexia es un trastorno psicológico relacionado con la obsesión por el físico y el culto al cuerpo. También conocida como dismorfia muscular, se caracteriza por una percepción distorsionada de la imagen corporal, en la que la persona se ve siempre delgada o débil, a pesar de tener un cuerpo musculoso y desarrollado”, manifiesta Carolina Sosky.
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Además señala la profesional que las personas que padecen vigorexia suelen tener una obsesión por el ejercicio físico y la alimentación. Pasan muchas horas en el gimnasio, realizan rutinas de entrenamiento excesivas y siguen dietas restrictivas, con el objetivo de aumentar su masa muscular y conseguir un cuerpo perfecto.