“Somos la generación bisagra entre lo que nos habían enseñado nuestras madres y lo que fuimos inculcando a nuestras hijas para cambiar la condición de las mujeres. Somos un grupo que hemos conquistado la aprobación de leyes que han cambiado la condición civil, profesional y social de las mujeres. De ahí que nos toca también enfrentar en esta etapa los estereotipos de la mujer que se consolidan en la vejez. Somos la primera que se ha desarrollado en un mundo claramente diferente a las anteriores generaciones”, manifiesta Angélica Roa, feminista y psicóloga clínica que trabaja el tema del autocuidado de las mujeres, sus emociones y la violencia hacia las mujeres.
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Anna Freixas, escritora feminista y profesora jubilada, que se dedica a investigar y publicar sobre, las transiciones vitales hacia la vejez de las mujeres, en su obra “Yo vieja”, Capitán Swing Libros, S.L. Madrid, España, quiere hacer más fácil este recorrido porque -según ella- cumplir años no debería ser un problema.
Propone envejecer sin someterse a una nueva presión cultural, ni tan optimistas como “envejecer sin envejecer”, ni el desánimo persistente de los múltiples achaques, enfermedades y amenazas agoreras que solo propician miradas compasivas.
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“Frente a estos modelos estereotipados hoy sabemos que hay una vejez femenina con cualidades que se han ido adquiriendo en los últimos años, entre ellas, la capacidad de sobreponerse a las adversidades y especialmente a no seguir aceptando pasivamente tratos injustos”, recalca la psicóloga clínica Angélica Roa.