“Un estudio sugirió que las hojas de laurel pueden ayudar a prevenir los cálculos renales al reducir la cantidad de ureasa en el cuerpo. Además, las hojas de laurel ayudan a eliminar el exceso de sodio del organismo debido a su propiedad diurética”, señala Carolina Sosky, nutricionista especializada en diversas áreas como en trastornos de la alimentación, inmunonutrición, nutrición deportiva, nutrigenética y nutrición infantil.
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Hojas de laurel secas
Carolina Sosky dice que las hojas de laurel secas imparten un sabor más sutil y generalmente se dejan en un plato mientras se cocina y luego se retiran antes de servir.
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“Las hojas de laurel frescas suelen ser más costosas y tienen una vida útil más corta que las hojas de laurel secas. Por lo tanto, utilizar formas secas y trituradas de hojas de laurel mientras se cocinan las comidas es más ventajoso ya que es más probable que los nutrientes se absorban de la forma triturada”.