“Hablar de dinero es un tema que, igual que el sexo, interesa a muchos que se hable sin tapujos, ya que es un componente clave en la relación de pareja. Conversarlo y acordarlo desde la etapa inicial será determinante en el éxito o fracaso de la relación”, dice la economista y psicóloga Cristina Maciel.
-¿Por qué cuesta hablar de dinero con la pareja?
Más que el dinero en sí, nos debe interesar la relación del otro con el dinero, es decir, qué lugar ocupa en su lista de prioridades, qué tan dependiente es del dinero y qué tan generador/a es. Es decir, cómo genera los recursos que le permiten llevar la vida que lleva.
El dinero puede provenir de diferentes fuentes (de la familia, un emprendimiento, un empleo, etc.) y la forma en cómo lo utiliza, qué tan sostenible es ese flujo que articula o, literalmente, alimenta la relación.
-Siendo así, el generar recursos económicos tiene que ver con qué tipo de vida se podrá tener en pareja.
Definitivamente, el trabajo y generar tus propios recursos es importante en la vida de cada persona, porque la forma que ganamos nuestro dinero nos da el poder de decidir cómo utilizarlo y de desarrollarnos.
En general, el dinero está relacionado con el trabajo, salvo que hablemos de un heredero multimillonario; pero si hablamos normalmente, mejor partamos de que es resultante del trabajo, con el componente clave que es la aceptación, colaboración, participación en la ocupación, en el trabajo del otro.
-Hay parejas que se llevan muy bien en lo económico, lamentablemente menos que las que se separan por incompatibilidad financiera.
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Si entendemos a lo que se dedica nuestra pareja, podemos tener temas en común, entender situaciones por las que está pasando, y disminuir las posibilidades de conflicto en la pareja. Obviamente, si hablamos de una relación seria es importante el espíritu laburador de ambos, la relación con el dinero y cómo utilizan su tiempo y disponen de sus bienes.
-¿Cuáles son los roles a nivel económico en una pareja?
Nuestra sociedad actual es muy abierta, podemos ver diferentes escenarios y situaciones. Tenemos muchos casos de jóvenes que se han casado sin tener una profesión y trabajo estable, pero juntos han logrado sobresalir en la vida. Si el amor es verdadero, la relación perdurará.
Lo que sí debemos aceptar es que la mujer, a partir de que sale a trabajar gana su propio dinero y persigue el éxito profesional, ya no existen diferencias en la relación. Está aceptado que cualquiera de los dos puede ser proveedor principal.
Lo importante es que ambos estén cómodos con esa situación, que siempre se hable sobre el tema, por ejemplo, haciendo una revisión mensual de ingresos y gastos, hablando de los ahorros, planificando inversiones del año, viajes, salidas de ocio y esparcimiento, etc. En esos espacios de conversación, la pareja puede poner sobre la mesa cualquier incomodidad sobre el dinero y corregirlo antes de que se complique.
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-Se da por hecho que el que más gana, tiene más poder en la pareja.
Hay casos y casos. Sí, el dinero puede ser determinante en la relación de poder, porque el que gana más posiblemente tenga una tendencia a liderar la relación. Pero esto se puede subsanar hablando siempre al respecto. A lo largo de la relación puede haber momentos en que uno gane más que el otro, así que la situación puede cambiar y eso no debería afectar la relación.
-La clave es la comunicación abierta
Así es, de dinero se tiene que hablar. Porque si no sabemos cuánto gana el otro, no podemos tampoco ver “toda la película” en la que estamos metidos; habrá duda de qué uso el otro le está dando a su dinero. Si no hay comunicación y menos la financiera, no se está construyendo una buena relación.
-Muchos concuerdan en que hay que buscar un novio/a similar a uno: misma formación, valores, nivel socioeconómico, creencias de vida.
El amor verdadero naturalmente hará surgir ese ideal. En la celebración del matrimonio católico se hace una promesa de ser fiel en las alegrías y penas, en la salud y en la enfermedad todos los días de la vida en común, y ahí se puede incluir en la riqueza y en la pobreza, que es la prueba más dura en la pareja.
-Las amas de casa y madres suelen atesorar esos momentos duros
La mujer es protagonista silenciosa de éxito del esposo (también puede ser a la inversa), es lo más común en nuestra cultura. Los empresarios exitosos siempre le dan lugar a sus esposas que soportaron ausencias, incertidumbre y necesidades económicas. Sucede que en una relación no pueden destacarse ambos, uno tiene que ceder el espacio para que el otro pueda destacar profesional o laboralmente.
-Si tenemos una buena posición económica, ¿es arriesgado iniciar una relación con una persona inestable laboralmente?
Buen punto. Las familias empresarias utilizan el protocolo familiar, que establece como regla que los miembros se casan bajo estricta separación de bienes, e incluso algunos prohíben al yerno o nuera trabajar en empresas de la familia. Entiendo que en nuestro medio existe el acuerdo prematrimonial que se utiliza en otros países.
Hay que ver también a qué se debe la inestabilidad económica, por ejemplo, si la otra persona está estudiando Medicina u otra carrera que demanda mucho, hay casos en que la pareja apoya hasta que el otro termina el proceso de formación. Hoy en día es común ver parejas que se acompañan y emprenden juntas.
-¿Cómo se ahorra en pareja?
Con reglas claras, acuerdos en todos los gastos.
-¿En qué momento de la relación se debería hablar de los gastos comunes?
Al inicio, en la primera o segunda salida debe quedar claro quién va a pagar los gastos en que se incurre en la relación. En décadas pasadas ni se discutía que el hombre pague y quedaba mal que la mujer lo haga. Ahora es normal que se compartan las cuentas de las salidas y otros gastos.
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-Y se le dice directamente “¿trajiste plata?”
No hace falta hacerlo así, es cuestión de escuchar y comprender al otro, qué tan abierto es, sus principios, contexto socioeconómico, luego de formalizar la relación se podría hablar con más profundidad sobre cómo organizar el dinero, siempre cuidando la salud financiera de cada uno.
Si el otro no colabora, no trabaja, no estudia o simplemente no quiere poner de su dinero, esa relación no tiene futuro; así como otros rasgos de su personalidad que puedan desembocar en relaciones tóxicas o violentas.
-¿Cómo prevenir pérdidas económicas? El amor, como el dinero, puede resultar un mal negocio.
En la película Bajo el sol de Toscana, la protagonista –quien se divorcia por una infidelidad de su marido- pierde su casa, que pagó con su dinero porque terminó formando parte de los bienes gananciales.
Esto no debe sucedernos si desde el inicio se define cómo se aplicarán los ingresos y cómo se distribuirá la propiedad de las inversiones que se hagan durante la relación. Por más flechazo que exista, hay que “escanear” a la otra persona al inicio de la relación (trabajo, uso y origen del dinero, valores, principios) para evitar relaciones conflictivas o finales infelices.
Por ej. si cambia permanentemente de trabajo, siempre está con emprendimientos fallidos y se pasa echando la culpa a los demás por su inestabilidad o su fracaso, seguramente tiene dificultades para asumir responsabilidades, enfrentar retos y lo trasladará a la relación.
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Amor: Cabeza y corazón
-Las relaciones sanas y sólidas requieren poner cabeza en las decisiones del corazón. Que seas exigente en la selección no te impedirá encontrar al amor de tu vida.
-En la actualidad los jóvenes no tienen como prioridad en su vida tener relaciones estables y duraderas, priorizan más cumplir sueños, ser felices y buscan ese otro que lo acompañe en ese sueño, no como antes que la prioridad era tener una pareja y contraer matrimonio, inclusive era signo de responsabilidad y madurez que una persona esté casada.
-Si bien debemos saber lo que el otro gana, no debemos preocuparnos tanto por cuánto gana, sino más bien por cómo y cuánto trabaja, cuánto se forma en su carrera, cuánta seriedad y honestidad pone en sus emprendimientos. El dinero seguro vendrá por añadidura.
“El dinero no hace la felicidad, pero sí que ayuda”. No podemos negar que el dinero es importante en nuestras vidas, es importante en cualquier relación y determinante en la pareja que desea construir familia, por ello es necesario acordar cómo se va a manejar el dinero primero en la relación y luego en la familia.
-Si medimos con la vara económica, ¿un regalo caro significa amor, planes a futuro?
Depende del contexto. Si la relación está basada en la conveniencia entre las partes y uno de los aspectos es el económico, obviamente que el regalo debe ser caro, considerando que la relación se ha construido para obtener beneficio mutuo que puede ser económico, un ascenso en la escala social, satisfacción del ego, etc.
Pero si hablamos de amor verdadero, de un regalo ya dentro del matrimonio, si este no tiene separación de bienes, un regalo caro podría ser un problema, “no hubieras gastado, yo quería hacer otra cosa con ese dinero”. Entonces, quizás es mucho más valorado el detalle, la sorpresa que además exige más desafío que gasto por un regalo caro.
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Regalos millonarios y narcisismo
El 14 de febrero muchas mujeres postean fotos o videos con sus regalos: camionetas de lujo, salidas, ropas, viajes a lugares paradisíacos con su marido, novio o enamorado.
Para la psicóloga Sandra Basili estas mujeres revelan además de una personalidad narcisista, una necesidad de sobresalir y llamar la atención. “Hay un tema de poder sobre el otro, miden su capacidad de dominio en la relación y lo que consiguen de su pareja. Está tan difundido que se normaliza al punto de crear una competencia entre quién recibe más, quién está ‘con alguien con más plata que además hace lo que yo quiero’ "
“En mi consultorio recibo a muchas mujeres que fueron educadas así por sus madres; les metieron en la cabeza que debían buscar alguien con plata, que les diera todos los gustos. Lo hicieron, se casaron pero no son felices
“También la competencia de regalos materiales costosos, se vuelve una diversión a nivel mediático entre mujeres. Es casi un juego que se instaló en muchas, como si tuvieran que ser una vidriera para el otro, ‘algo’ por lo que se paga: mi pareja tiene que valorar lo que ve en mí (la belleza, la estética)”
“Hay diferentes casos, algunas lo hacen porque tuvieron carencias económicas y para ellas el príncipe azul las salvará, otras solo se divierten compitiendo con sus amigas, y otras necesitan demostrar que tienen el manejo de la relación”
“En temas de amor hay muchas frases trilladas, pero sí tiene que ver mucho los valores, sí tiene que ver la relación que tuviste con el dinero en tu casa, cuáles son tus expectativas de un novio: si querés que él te dé todo lo material que no tuviste o si querés que sea alguien con quien compartir y crecer en el amor. Es un tema demasiado amplio”, concluye la profesional.