Aboulomanía: la angustia de no saber decidir

A muchas personas les cuesta tomar decisiones, tanto así que se pasan la vida entera aferrados al “no sé qué hacer”. La indecisión, sin embargo, es un estado normal, a menos que se vuelva crónica y desemboque en aboulomanía.

Aboulomanía: Vivir sin desarrollar el poder de decidir puede traer muchos problemas físicos y emocionales.SIphotography
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Un color, un sabor, qué ropa ponerse, qué estudiar, adónde viajar, todas estas son obligaciones sencillas, cotidianas que requieren, sin embargo, nuestra elección diaria; no obstante, para muchos tiene la dificultad de una ecuación matemática. “Todos en algún momento de la vida nos sentimos indecisos y sabemos lo angustiante que se siente. De hecho, esto es lo normal”, dice la psicóloga Gabriela Casco Bachem.

Cada día, aún siendo rutinarios, necesitamos decidir. Nuestras elecciones están presentes y nos definen tanto en las necesidades más básicas como en las complejas.

-¿Cuándo deja de ser normal?

Lo contrario sería un estado radical psicótico, a decir del psicoanalista Luciano Lutereau: “Si un pensamiento está demasiado seguro de sí mismo, es ideológico o es alucinatorio, es decir, no necesita de la realidad para confirmarse” (lo vemos en las ideologías radicales que no se cuestionan nada o las alucinaciones en los enfermos mentales).

Dudar y cuestionarse son estados normales de la conciencia, pero cuando la indecisión se vuelve crónica y nos impide seguir adelante, estamos ante un trastorno denominado aboulomanía.

-No es un trastorno que escuchemos en el día a día, casi siempre decimos que alguien es “indeciso”.

No se usa mucho el término, pero es un estado grave de indecisión, porque hasta decidir lo más simple se vuelve una pesadilla y puede afectar la calidad de vida de quien lo sufre.

Es importante diferenciar entre abulia y aboulomanía. La abulia es la falta de voluntad y está asociada con la depresión y la esquizofrenia, se trata con medicamentos y terapia. La aboulomanía es la incapacidad de tomar decisiones y se trata con terapia cognitivo- conductual y con estrategias para la toma de decisiones.

Frase indecisión

-¿A qué edad comenzamos a elegir?

Entre los 4 y 6 años es un tiempo importante para el ensayo de la toma de decisiones en la infancia. Permitirles elegir sus ropas, colores, algunas comidas, les ayudará a fortalecer su autonomía y prepararlos para tener seguridad en el futuro, decidir cosas simples y luego complejas.

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-¿Cuál es la causa de la aboulomanía?

La aboulomanía puede tener múltiples causas, que incluyen factores biológicos, psicológicos y sociales. En términos biológicos se cree que la aboulomanía puede estar relacionada con un desequilibrio en los niveles de serotonina en el cerebro.

La serotonina es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo y el comportamiento, sus bajos niveles se han asociado con la depresión y la ansiedad. La falta de serotonina puede afectar la capacidad para tomar decisiones y aumentar la ansiedad y el miedo a las consecuencias negativas de cualquier decisión.

También puede estar asociada con traumas psicológicos; las personas que experimentaron situaciones extremas tienden a perder la fe en la vida, en las personas y también en sí mismos. Se sienten culpables por lo que les sucedió y quedan con un miedo a lo que pueda pasar, al futuro.

La aboulomanía puede estar asociada con trastornos de ansiedad, como el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de estrés postraumático.

La serotonina, conocida como "la hormona de la felicidad", cuando aumentan sus niveles en los circuitos neuronales, nos genera sensación de bienestar, aumenta la autoestima y, por ende, la valentía y seguridad para tomar decisiones.

-¿Cómo influyen la familia, el ambiente de crianza?

Por lo general estas personas han crecido en ambientes muy reprimidos, donde decidir algo apresurada o impulsivamente conlleva riesgos y consecuencias muy graves. Pudieron haber tenido ejemplos de personas que tenían miedo de decidir o muy autoritarias, mujeres bajo el yugo de padres muy dictatoriales o madres muy puritanas.

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-Muchas veces los indecisos se pasan la vida delegando sus elecciones y son ayudados por amigos, parejas, hasta por desconocidos.

Cuando nos encontramos con alguien indeciso a veces para no hacerle pasar una angustia tomamos las decisiones por ellos, y esto hace que su situación se perpetúe y se instale con más fuerza.

Los amigos pueden asumir -sin darse cuenta- el hábito de decidir todo por el que nunca decide; manteniendo al indeciso en su zona de confort.

No solamente no se animan a salir de su zona de confort, sino que casi siempre se encuentran con personas que les facilitan la vida, pero si sienten que “se eligió mal” por ellos, tienden a echar culpas por su insatisfacción. Esta dinámica no solamente esconde un problema, el de la indecisión, sino uno más profundo que es el de no hacerse cargo de sus vidas.

¿Hay un miedo desmedido a equivocarse?

La aboulomanía puede aparecer si nos entregamos a la fantasía de considerar que si no decidimos nada, lo tenemos todo. Pero este es un pensamiento mágico, de omnipotencia, es infantil. Y es neurótico.

El que es incapaz de decidir, tiene una inmadurez emocional considerable y debería preguntarse sobre ello: ¿Cuáles son esos miedos infantiles que me impiden hacerme cargo de las pérdidas y de los riesgos de decidir algo? Muchas veces las personas quedaron atrapadas en un fantasma inconsciente que les dice que no tienen la capacidad o la madurez para decidir (quizás porque el padre o la madre decidían todo por él/ella)

Es muy importante que los niños ejerciten sus decisiones desde pequeños. Los papás autoritarios, las mamás sobreprotectoras dejan inseguridad e indecisión en los hijos.

-¿Cómo convivir, ayudar a una persona con este problema?

La aboulomanía puede tener consecuencias significativas en la vida personal y profesional de quienes la padecen, la convivencia puede ser difícil. Imaginate una cabeza de familia o de una empresa que sufra indecisión crónica, que no resuelva los problemas, eso lo va a llevar a no aprovechar momentos importantes que no vuelven.

La indecisión de otro genera estrés y ansiedad porque afecta a la calidad de vida de las personas y su entorno. Pierden autoestima, autoconfianza, esto puede ser muy difícil de sobrellevar sobre todo en la adolescencia. Tienen problemas en sus relaciones interpersonales ya que no se comprometen en nada, por ejemplo, los solteros que no deciden casarse, temen perder su soltería o si tienen hijos, no se responsabilizan de ellos.

Este tipo de personas no sostiene vínculos filiales ni de pareja; no solo es un rasgo egoísta sino de inmadurez.

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-¿Qué consecuencias de salud puede haber?

Las personas indecisas se pierden de apostar por el crecimiento personal, y esto puede llevar a otros trastornos como la depresión o las adicciones. Puede sufrir estrés y ansiedad, procastinación, depresión, estados obsesivos y de pánico a su alrededor, evitación y alejamiento de las personas que conviven con la persona (porque tienden a culpar a los demás por todo lo que les pasa)

-Una persona me confesaba un truquito que usa, por ejemplo, si va a la heladería, pide siempre el mismo gusto. Sería una decisión planeada para no sufrir indecisión, ¿es válido?

Algunas personas se definen por ciertos gustos o estilos de vida. Por ejemplo, para “no equivocarse” visten siempre de negro o siempre van al mismo restaurante. Si bien esto no es patológico en sí mismo, puede definirse como un problema si en algún momento, por alguna circunstancia de la vida deben cambiar y les genera angustia.

Considerar los cambios y los imprevistos como una oportunidad para conocer nuevas sensaciones y confianza, es importante –siempre y cuando no se perjudique a los demás-.

Decidir es improvisar, tomar riesgos, liberarnos de los miedos, no prohibirnos experimentar nuevas sensaciones; alimentar la autoconfianza.

-Vivimos una nueva era, si no decidimos nuestros valores, nuestra manera de pensar y vivir, no podremos sostenernos.

Nuestro siglo se caracteriza por una realidad en donde la virtualidad nos da todo servido. La inteligencia artificial resuelve los problemas, así que cada vez atrofiamos más el ejercicio de decidir por nosotros mismos.

-¿Cuándo hay que consultar con un profesional?

Si nos sentimos identificados con algunas de estas características y síntomas, es importante hacerlo cuanto antes para que el profesional ayude a desactivar este trastorno.

Resumen: Aprender a decidir para vivir mejor

-“Una cara de la toma de decisiones y de ser una persona ‘decidida’ o ‘de armas tomar’ suele ser que los demás se sientan incómodos o molestos con nuestras decisiones (todo cambio conlleva una pérdida)”

-“Las personas que no se animan a ‘caerle mal a otro’, son personas que se ubican en sus vínculos intentando no costarle nada al otro, procuran no producirles malestar o enojo a los demás, entonces no se animan a expresar lo que desean y dejan que los demás decidan por ellos.

Quizás crecieron con una madre egocéntrica o un padre autoritario, los vínculos filiales corrían riesgos y el niño no puede poner el juego a quienes le cuidan para sobrevivir. Entonces crecen considerando que no es importante cómo se sienten o lo que desean”

-“Es importante animarse a perder el amor de cualquier persona que consideremos que está abusando de nuestras debilidades y vulnerabilidades y empezar a apostar por nuestra autonomía y amor propio. Las personas abusivas, manipuladoras y narcisistas huelen al instante a quienes tienen esta inseguridad para hacer con ellos lo que quieran.

Resolver este problema no solo nos ayudará a conquistar y habilitar la soberanía de nuestras vidas, sino que nos permitirá erradicar de nuestro mapa vital a las personas tóxicas y utilitarias”, finaliza la profesional

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