Nadie duda de la belleza de lo nuestro, sea encaje ju, ñandutí o ao po´i, sin embargo, lo artesanal no se consume o, si compramos, ¿cada cuánto tiempo lo hacemos? La mayoría de la gente opta por ropa de tela sintética aún con altísimas temperaturas.
“Creo que hay un desconocimiento de parte de la gente; como que cuesta meterse el chip de que la moda nacional es linda, fresca y que puede funcionar muy bien. Todavía se tiene que trabajar mucho para que la gente prefiera la ropa nacional”, dice Raquel Sosa, conocedora del mundo de la moda femenina y de la apariencia personal.
-¿A qué llamamos ropa artesanal?
Yo diría que nos referimos específicamente a la confección y producción nacional, sería el ñandutí, ao po´i, encaje ju, también el poyvi, que normalmente se usa para colchas, pero vi un diseñador que lo utilizó para su colección de prendas de vestir, era un poyvi más finito. De hecho, muchos detalles de bordado y encajes artesanales se usan en telas que podrían ser lino o algodón.
-¿Qué valor le dan a este estilo las paraguayas?
En mi experiencia, falta muchísima divulgación de la moda nacional. Yo he trabajado con muchas mujeres y nadie la tuvo en cuenta.
-La mayoría elige comprar ropa de afuera o cargazón
Lo que más pesa es el marketing que nos bombardea todo el tiempo, especialmente en las redes sociales. Hoy hay demasiadas propuestas económicas y el común de la gente se fija mucho en el precio. Aún sabiendo que una prenda no durará más de 2 o 3 lavados, se prefiere comprar muchas prendas baratas antes que pocas y de calidad.
-En cuestión de telas, se elige mucho, por Ej., la chalis o la seda fría.
Se prefieren por su frescura y caída, justamente son telas ideales para nuestro clima. Personalmente no prefiero la chalis porque se arruga y se deforma al sentarse, pero doy fe de que se usa muchísimo.
-¿La ropa de nylon, de lycra o las mezclas se prefieren por ser ceñidas al cuerpo?
Pienso que la razón es porque falta promocionar y actualizar los modelos de ropa tradicional, veo que de a poquito hay más variedad, se está saliendo de los típicos cortes cuadrados y estructurados. Faltan modelos más modernos, no sé si ceñidos al cuerpo, pero que tengan forma, porque así como están a nadie le favorece. Hace falta gente que se dedique a crear nuevos modelos.
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-Los típicos tonos crudos o blancos combinan con todo, ¿los recomendás?
La ropa clara “rebota” el calor, al contrario que la oscura que lo absorbe y por lo tanto es calurosa. Pero la clara visualmente ensancha la figura, mientras que la oscura la afina y estiliza. La ropa típica es cruda, pero últimamente vi que hay en distintos colores. El blanco es hermoso, transmite pulcritud, pureza, pero evidentemente no es recomendable para personas de talle plus.
-Las blusas y vestidos que venden en las tiendas y ferias artesanales los solemos catalogar como “para señoras”, salvo los de algunas casas de moda top, cuyos precios son elevados.
Ciertamente no se opta por un público joven, sino más bien mayor. No obstante, hay modelos geniales en ropa nacional, ciertamente son para un público muy específico. A mí me encantaría, y sé que a muchas otras mujeres también, que se trabajara en pos de diseños más lindos, con más forma femenina y se llegara a todo público con buenos precios.
-También vemos hombres con camisas de ao po´i.
Sí, hay hombres que conservan sus famosas guayaberas. Es una excelente opción, duran muchísimo y es una prenda clásica que no pasa de moda. Para mí la guayabera queda súper bien como tenida sport elegante para una ocasión distendida, combinada con un pantalón no muy de vestir y mocasines, queda fresco y muy moderno.
-Al público femenino le cuesta más adoptar esa sencillez y economía en el vestir
Hay mucha competencia, mucho marketing, hay ropa muy barata que podés comprar enviando un mensaje, la gente busca precio, comodidad, vistosidad, eso va hoy en detrimento de la moda nacional tradicional, por eso debe adaptarse a los tiempos.
Por otro lado, es un asunto que tiene que ver con la seguridad personal, porque generalmente la mujer que no quiere repetir su ropa es porque tiene inseguridad con su cuerpo o personalidad. Muchas mujeres llenan sus vacíos comprando mucha ropa.
-En nuestro país hay un tipo de “sobreproducción de puestos de venta de ropa” desde ferias en mercados, ventas de garage, vendedoras independientes, hasta shoppings y tiendas particulares, todas con sus ambientes y público determinados.
Si algo me llamó la atención durante la pandemia es que se siguió vendiendo ropa. Solo pararon los primeros meses, después compraban por el sistema delivery. No sé, creo que es un tema compulsivo, hay gente que tiene dinero y gasta en ropa nueva. Por esto también siguen confeccionando ropa económica a gran escala, porque venden todo, tiene salida.
Mejorar para valorar
Raquel Sosa aconseja a las mujeres buscar la moda paraguaya, “compremos, apoyemos todos a tantas personas guapas que trabajan en eso, que ponen además de empeño, cariño para que no muera esta tradición tan linda. Es una obra de arte que es valorada en Europa y acá no siempre apreciamos.
En muchas tiendas de otros países se reserva un espacio para la ropa típica, de manera a acercar al cliente lo artesanal regional o nacional como opción de arte para admirar, conocer o comprar”
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Otro punto a resaltar en nuestra producción es la calidad de las prendas, muchas veces tienen una terminación deficiente y el cliente siente deshonestidad. Sobre esto, la experta, dice: “Estoy segura de que para que se exporte a otros países pasan por rigurosos controles, pero ese control no se aplica acá.
Deberían mejorar en ese sentido, haciendo trabajos de buena calidad, fijándose en los detalles que son tan importantes: ese hilito que cuelga, esas costuras inclinadas, botones que no coinciden con el ojal, tratamiento y calidad de la tela, etc.
Creo que es necesario y urgente mejorar esos detalles para que nuestra moda siga surgiendo. Que se vaya terminando por no adaptarse sería muy triste, eso no solo va en contra de la venta de ropa y la fuente de trabajo de muchos, sino de nuestra propia identidad cultural”, finaliza la asesora de moda.