Angélica Roa, feminista y psicóloga clínica que trabaja el tema de violencia hacia las mujeres afirma que “La mayor enfermedad mental de nuestra época es la depresión y el mayor mal es la angustia, pareciera ser que la vida moderna es una permanente distracción, las noticias, las redes sociales, todo está programado para distraernos y alejarnos de nosotras mismas.
Como dice Laura Esquivel en su libro “de las emociones” la vida moderna nos impone en todo momento grandes exigencias, diariamente hay que luchar a brazo partido para soportar las tensiones de salir a las calles, cuidarse de la inseguridad, el tráfico, el ruido nos aleja de nuestro centro y por eso necesitamos ejercicios que nos ayuden a volver al aquí y ahora. Volver a encontrarnos para pensar y pensarnos”.
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La realidad nos estresa
“La realidad nos estresa en demasía por eso preferimos pensar en el pasado. Para evitar el malestar, a veces se idealiza la felicidad pasada y otras lamentando lo que pudimos hacer y no hicimos, lo que no fue. El pasado nos conecta con emociones de tristeza por lo perdido, si nos quedamos en el pasado nos invaden sentimientos depresivos”, señala la psicóloga Angélica Roa.
Además, dice que si evadimos la realidad y pensamos en el futuro nos conectaremos con sentimientos de angustia, porque no tenemos control sobre el futuro, la incertidumbre hacia lo desconocido nos crea ansiedad. “Si nos detenemos en el futuro nos quedamos en angustia”.
Dice Angélica que afortunadamente, podemos recurrir a ejercicios sencillos que nos permitan desprendernos de estos pensamientos que son verdaderas ataduras mentales y podemos disfrutar del momento presente.
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“Cuando lo que nos está pasando nos agobia y se vuelve una cadena interminable de ideas y pensamientos que se traducen en un diálogo interno, produce un ruido en nuestra cabeza, que nos desconecta de nuestra esencia y del presente. Aprender a respirar de manera consciente y limpiar la mente”. es lo recomendable según la profesional y nos deja algunos consejos.
Algunas claves básicas para aprender a volver al aquí y ahora es concentrarnos en la tarea de conectar con el entorno a través de los sentidos:
- El olfato, cerrar los ojos y tratar de percibir olores, la tierra húmeda, el pasto recién cortado, alguna fruta, la técnica de aromaterapia están basado es esta posibilidad de unir pensamientos placenteros con los olores, aceites esenciales, cremas, flores, comidas, el aroma del té, del café o el mate cocido, todos estos olores nos remontan a sensaciones y sentimientos.
- La vista, buscar colores que relajan como el color azul otros colores que calman, identificar colores que irritan, o aceleran, buscar formas en los objetos, si es posible mirar la naturaleza, las plantas, piedras o imágenes de ríos, árboles.
- El gusto, nada mejor que saborear un té de la variedad de plantas medicinales, identificar sabores.
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- El oído, si bien es bueno poder escuchar una melodía que nos relaja, o nos agrada, tenemos que aprender a escuchar en el silencio, identificar sonidos.
- El tacto, es la sensación que nos permite sentirnos vivas, una caricia con cremas, regalarnos un auto abrazo, identificar elementos fríos o calientes. El ser humano necesita el contacto con la piel.
- El uso de los sentidos además de permitir la integración con el medio, es útil para mejorar la percepción del entorno, y mejorar el equilibrio interno. Es importante conectar con el momento presente para ser verdaderamente auténticos y conectarnos con nuestra verdadera esencia y vivir en paz y armonía. Lógicamente este ejercicio no opera de manera milagrosa se debe ensayar, practicar y crear el hábito.