La nutricionista clínica Lourdes Ortiz Soria señala que la facilidad en la adquisición de los productos que conforman este tipo de alimentación puede aumentar el riesgo de padecer afecciones como obesidad, resistencia a la insulina, diabetes mellitus y otros desequilibrios.
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Para la profesional es fácil “caer” en este tipo de alimentación debido a la oferta de productos ultraprocesados que se encuentran en un abrir y cerrar de bolsas y paquetes. Así también debido a la carga de tareas y actividades que hacen que el tiempo que dedicamos a la planificación de una dieta saludable sea más reducido.
Otra consecuencia de este sistema de alimentación es el desequilibrio de la microbiota intestinal, así como desequlibrios hormonales, debido al consumo y exposición a xenobióticos, sustancias que el organismo no necesita.
Se trata de colorantes, aromatizantes, potenciadores del sabor y diversos tipos de aditivos utilizados para proporcionar propiedades sensoriales atractivas y más palatables como edulcorantes artificiales, grasas de mala calidad y azucares refinados que se encuentran en este tipo de alimentos.
“Muchos productos que la industria alimentaria ofrece como saludables contienen estos agregados. Por eso es muy importante que nos tomemos tiempo en leer los ingredientes que se encuentran en el paquete y tratar de hacer elecciones inteligentes”, recomienda Ortiz.
La nutricionista explica que “ese tiempo que invertimos en nuestra alimentación y nutrición nos ahorrará el consumo de medicamentos, por lo que tal vez el tipo de comida real que nos parece más costosa hoy es más económica que la compra de fármacos para el tratamiento de alguna enfermedad metabólica en el futuro”.
¿A qué se refiere el consumo de “comida real”?
Para la nutricionista la tendencia alimentaria denominada “comida real” se refiere a la promoción y consumo de alimentos frescos, que nos ofrece la tierra. La misma se hizo conocida a través de las redes sociales y lo que trata de evitar es el consumo de productos ultraprocesados y, lo que siempre pregonamos los nutricionistas, la alimentación saludable.
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“Se considera comida real a todos aquellos alimentos que no han sido industrialmente procesados o cuyo procesamiento fue mínimo e interfiere poco o nada en sus cualidades naturales, ni minimiza la calidad de su composición nutricional”, afirma Lourdes Ortiz.
“Los alimentos que se consideran saludables o comida real suelen tener menos de cinco ingredientes o aquellos que solo lleven uno o simplemente no están empaquetados, como frutas, vegetales, cereales integrales, legumbres como poroto, lenteja, garbanzo, tubérculos como la batata, mandioca, lácteos naturales, carnes frescas, huevos, frutos secos, también las especias antinflamatorias como la cúrcuma, el jengibre, otras especias, hierbas, semillas, café e infusiones”, puntualiza.
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