Crononutrición: comer según tu reloj biológico

La nutricionista Carolina Sosky dice que la crononutrición es una dieta adaptada al reloj biológico del cuerpo humano, se fundamenta en que lo que comemos es igual de importante que cuando comemos. Sosky nos explica de qué se trata la crononutrición.

La crononutrición es una dieta adaptada al reloj biológico del cuerpo humano, se fundamenta en que lo que comemos es igual de importante que cuando comemos.
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¿Qué es la crononutrición?

La crononutrición se interesa por la relación entre la nutrición y el ritmo circadiano, que es el ritmo al que están sometidas casi todas las funciones de nuestro organismo. Este ritmo es manejado por nuestro principal reloj interno que se encuentra en el cerebro, cuya sincronización está determinada principalmente por la luz solar.

Este reloj interno tiene una periodicidad de alrededor de 24 horas y rige varios procesos fisiológicos como la ingesta de alimentos, la producción de hormonas, el apetito, la temperatura corporal y el sueño. Envía señales cuando es hora de ir a dormir o cuando es hora de comer. Este ritmo puede verse alterado por ciertos elementos externos, como la luz, la ingesta de alimentos, la temperatura y la actividad física.

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Cabe señalar que el reloj interno principal realiza su trabajo acompañado de varios relojes periféricos que están presentes en todos los órganos y tejidos con funciones esenciales: corazón, pulmón, hígado, músculos, riñones, retina y las diferentes áreas del cerebro.

El objetivo de la crononutrición es, comer según el ritmo natural de nuestro organismo y sus secreciones hormonales y enzimáticas.

Entonces, ¿Qué comer y cuándo?

Según la crononutrición se debe comer:

  • Grasas y proteínas por la mañana porque, al comienzo del día, el cuerpo segrega más lipasa y proteasa (que son las responsables de su digestión y asimilación correcta).
  • Una comida completa al mediodía, compuesta por proteínas, carbohidratos de bajo índice glucémico y vegetales ya que las proteasas y amilasas se secretan de manera importante en este preciso momento.
  • Un snack a base de hidratos de carbono (fruta, panificados, avena) y alimentos oleaginosos para compensar las hipoglucemias (bajos niveles de azúcar en sangre).
  • Una cena ligera a base de verduras y proteínas magras porque las secreciones digestivas son bajas en este horario, lo que ralentiza mucho la asimilación de los alimentos.
Según la crononutrición lo ideal es comer las cosas adecuadas en el momento adecuado del día para ayudar a facilitar la asimilación de los nutrientes y no su almacenamiento.

Según la crononutrición, el ritmo de ingesta de alimentos puede ayudar a sincronizar o desincronizar nuestros relojes internos.

Hay diferentes tipos de personas

“Hay quienes se levantan temprano por la mañana fácilmente y duermen bien por la noche. Y hay quienes tienen dificultades para levantarse por la mañana y son más productivos por la tarde y por la noche. Estas personas están biológicamente presionadas a consumir alimentos más tarde y tienen un menor consumo de frutas y verduras, un mayor consumo de bebidas energéticas, bebidas alcohólicas, bebidas azucaradas y con cafeína, y una mayor ingesta de energía de las grasas”.

“Entonces, uno puede preguntarse: ¿es el hecho de que están comiendo tarde es un problema o simplemente el hecho de que las personas que tienden a comer tarde en la noche y picar por la tarde/noche eligen alimentos más grasos y dulces?”, señala Carolina Sosky, nutricionista personalizada.

La profesional dice que “según la crononutrición lo ideal es comer las cosas adecuadas en el momento adecuado del día para ayudar a facilitar la asimilación de los nutrientes y no su almacenamiento. Pero entonces, ¿Qué sucede cuando nuestro reloj interno está desequilibrado?

“Nuestros hábitos de estilo de vida, como trabajar en turno noche, dormir durante el día y comer por la noche, pueden desregular nuestro ritmo circadiano y, por lo tanto, dar lugar a varias reacciones metabólicas que normalmente no ocurren. Numerosos estudios han demostrado que estas alteraciones son un factor de riesgo para diversas enfermedades metabólicas como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, los problemas gastrointestinales y la diabetes”.

“Es por ello que resulta importante tener cuidado con lo que ponemos en nuestro plato y a qué hora consumimos nuestros alimentos porque por la tarde y por la noche nuestras elecciones se dirigen más fácilmente hacia alimentos grasos y dulces. Además, factores distintos al hambre fisiológica pueden hacernos picar por la noche: las emociones, el aburrimiento, el deseo de una recompensa. Por eso es importante aprender a escuchar tus señales de hambre y saciedad”, puntualiza Sosky.

Carolina Sosky, experta en nutrición personalizada.

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