Para tener una piel sana y brillante, se debe consumir una amplia variedad de alimentos nutritivos y reducir la ingesta de alimentos poco saludables, como alimentos procesados, grasos y fritos.
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Según Carolina Sosky, nutricionista personalizada, los factores que influyen en la salud de la piel incluyen: genética, las hormonas, la ingesta de agua, la dieta, el sueño, el estrés y el ejercicio.
La profesional agrega que para tener una piel sana, una alimentación completa y balanceada debe incluir:
* Frutas y verduras frescas.
* Cereales integrales.
* Proteínas magras.
* Grasas saludables, como aceite de oliva, aguacates y nueces.
* Ciertos nutrientes son especialmente importantes para la salud de la piel.
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También vitaminas para la piel sana
Vitamina A: para el crecimiento y mantenimiento de células sanas de la piel; puede proteger contra el cáncer de piel. Se encuentran en alimentos como: hígado vacuno, batata, espinacas, zanahorias y melón.
Vitamina B2 (riboflavina) ayuda a mantener los niveles de colágeno en la piel. Se encuentran en alimentos como: hígado vacuno, cereales fortificados para el desayuno, productos lácteos, champiñones, almendras.
La deficiencia de vitamina B6 (piridoxina) puede causar erupciones cutáneas y grietas en la piel alrededor de la boca. Se encuentran en alimentos como: garbanzos, hígado vacuno, aves, salmón, cereales fortificados para el desayuno, papa, banana.
Vitamina C: Un antioxidante que ayuda a formar la barrera de la piel y el colágeno, protege contra el daño solar y reduce el riesgo de algunas enfermedades de la piel. Se encuentran en alimentos como: frutas cítricas, pimientos, kiwi, brócoli, fresas.
Vitamina D: puede desempeñar un papel en la curación de heridas, la protección contra el daño solar y la reducción de la inflamación. Se encuentran en alimentos como: aceite de hígado de bacalao, mariscos, champiñones. Leches vegetales fortificadas, cereales para el desayuno fortificados.
Vitamina E: Un antioxidante que ayuda a proteger contra el daño solar. Se encuentran en alimentos como: aceite de germen de trigo, semillas de girasol, almendras, aceite de girasol, mantequilla de maní.
Ácidos grasos omega-3: Puede ayudar con algunas afecciones de la piel y proteger contra el daño solar. Se encuentran en alimentos como: aceite de linaza, semillas de chía, nueces, salmón, arenque, caballa, aceite de canola.
Zinc: ayuda a mantener la integridad de la piel y la cicatrización de heridas. Se encuentran en alimentos como: ostras, carne vacuna, cangrejo, cerdo, porotos, cereales fortificados para el desayuno, semillas de calabaza, garbanzos.
“Es importante tener en cuenta que una piel sana no significa una piel perfecta. La piel perfecta no es alcanzable”, puntualiza la profesional.
“La piel puede ser saludable y brillante, al mismo tiempo que tiene características normales, como: poros visibles, líneas finas y arrugas marcas de nacimiento, manchas ocasionales o factores que influyen en la salud de la piel”, agrega.
La piel de todos es diferente. Algunas personas pueden ser naturalmente más capaces de lograr una apariencia resplandeciente que otras debido a una variedad de factores”, concluye y explica la nutricionista personalizada Carolina Sosky.