En la actualidad es una conducta frecuente por la cual muchas mujeres acuden a consulta psicológica así también hombres, pero en menor medida.
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Las especialistas en el cuidado de la salud mental, las psicólogas Olga González y Jazmín Segovia coinciden en que la conducta de “ghosting” siempre ha existido pero la tecnología ha permitido un contacto tan cercano, frecuente y habitual que las consecuencias de esa ausencia no son exactamente las mismas.
“La característica principal de la persona con esta conducta es romper el vínculo simplemente desapareciendo como un fantasma, sin dar explicaciones ni demostrar interés ni preocupación por la otra u otras personas”.
Las emociones principales de la persona que sufre el alejamiento son:
- La incertidumbre.
- La frustración.
- Culpabilidad.
- Disminución de la autoestima.
- Ansiedad.
- Dependencia a la utilización del móvil y la aportación afectiva de ese contacto de interacción.
“Este tipo de práctica deja en evidencia la falta de comunicación y de cuidado por el otro y sus sentimientos” mencionó la sicóloga Jazmín Segovia.
¿Hay muchas razones posibles del por qué lo hace?
Sí, algunas podrían ser:
- Sentirse molesto o enojado por algún comentario que mencionó la otra persona.
- Sentir inseguridad e indefinición sobre la relación que se mantiene.
- Aburrimiento, desinterés
- Miedo al compromiso
- Personas que le atraen más
Es un fenómeno que se retroalimenta en sí mismo entre quienes la practican y lo reciben. Bajo este comportamiento podemos observar también diversas características psicológicas como:
- Inseguridad.
- Rasgos de narcisistas.
- Baja autoestima.
- Falta de habilidades sociales.
Una realidad frecuente en relaciones virtuales
Por su parte, la psicóloga González manifestó que si bien desde la psicología científica este fenómeno no está categorizado como un trastorno ni síndrome en sí mismo, es una realidad muy frecuente en las relaciones con base en la virtualidad.
Pero sus efectos sí, sumados a las emociones que experimenta la persona podría ser semejante a las características del trastorno de estrés post traumático, depresión, ansiedad por la intensidad de las emociones.
En contraposición es importante remarcar que es bueno fomentar las relaciones saludables y la mejor manera de mantener una es expresándose con toda la franqueza, honestidad, claridad, brevedad y amabilidad de la que dispongas. No hay necesidad de mentir ni alargar las cosas, por lo que sé directo y claro.
La habilidad opuesta y adecuada es con asertividad, que es la habilidad social aplicada a generar el encuentro sin tapujos, a expresar el deseo sin rodeos y con todas las letras, es la misma que debería permitirnos decir, no quiero más, no me interesa; gracias, pero no me apetece, no tengo ganas, no es lo que quiero, o las mil maneras de decir que NO de forma adecuada y oportuna, sin dañar.
Una palabra, aunque sea de despedida
“Cuando se menciona lo de cuidar al otro, no nos referimos a evitar el dolor o la frustración ante el no cumplimiento de sus expectativas. Se habla de evitar la humillación, no por sentirse rechazados, sino por no sentirse registrados como personas que merecen una palabra, aunque sea, de despedida” puntualizaron.