La Dra. Lorena Pefaur Monjagata, especialista en dermatología explica que durante el embarazo se producen una serie de modificaciones a nivel vascular, endocrinológico, metabólicos e inmunológico que hacen a la mujer embarazada especialmente susceptible a un grupo de cambios cutáneos, tanto fisiológicos como patológicos.
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Seis cambios fisiológicos que experimentan las embarazadas
1- La pigmentación aumenta: Sobre todo zona de la areola, pezones y vulva están más oscurecidos. En la zona media del abdomen puede aparecer la línea alba, que se sitúa en el medio del abdomen, en sentido vertical desde la sínfisis púbica hasta unos centímetros por encima del ombligo.
La cara también puede estar hiperpigmentada y aparecer el cloasma gravídico en forma de manchas en el rostro. Todo esto es resultado de cambios hormonales que se producen durante el embarazo, los cuales estimulan temporalmente la producción de melanina, la sustancia natural que le da color al cabello, la piel y los ojos.
“Después del embarazo, en la mayoría de los casos, estos cambios van desapareciendo gradualmente, sin embargo será especialmente importante utilizar protectores solares” mencionó Pefaur.
2- Las estrías: se producen por la rotura de fibras como consecuencia de un estiramiento excesivo o brusco de la piel. Las zonas con más riesgo son: abdomen, mamas, glúteos y muslos. Al principio, son de color vino, y luego pasan a ser más blanquecinas. La mayoría no desaparecen tras el parto. Su aparición también dependerá del tipo de piel, de la elasticidad de esta, de factores genéticos, etc.
“Se recomienda una buena hidratación de la piel de abdomen, muslos y senos, para así, favorecer la elasticidad” destacó.
3- Cambios vasculares: Como telangectasias (arañitas) en rostro, granulomas piógenos en encías (epulis), enrojecimiento de las palmas de manos, venas varicosas en piernas, hemorroides, etc.
La mayoría debido a que el útero ejerce una mayor presión sobre las venas disminuyendo el retorno venoso, ademas de los cambios hormonales durante el embarazo que también pueden influir. La mayoría generalmente mejoran sin tratamiento médico de tres a 12 meses después del parto.
4- Cambios en el cabello: Muchas mujeres embarazadas experimentan cierto grado de hirsutismo en rostro, extremidades y espalda, por cambios endocrinos durante el embarazo que causan una fase de crecimiento capilar (anágeno) prolongado. El hirsutismo generalmente se resuelve en el posparto, aunque se puede considerar la eliminación cosmética si la afección persiste.
Las mujeres embarazadas también pueden notar leve engrosamiento del cabello. En el posparto, el cabello entra en una fase prolongada de reposo (telógeno) del crecimiento del cabello, lo que provoca aumento del desprendimiento (efluvio telógeno), que puede durar varios meses o más de un año después del embarazo.
5- Cambios en las uñas: suelen crecer más rápido durante el embarazo. Las gestantes pueden experimentar mayor fragilidad, surcos transversales, onicólisis y queratosis subungueal. La mayoría de estas afecciones se resuelve en el posparto.
6- Cambios en las Glándulas: El aumento de la actividad ecrina se produce principalmente hacia el final del embarazo y puede causar miliaria cristalina o hiperhidrosis (aumento del sudor). La actividad apocrina disminuye, pero se recupera después del parto. Como resultado, la hidradenitis supurativa mejora durante el embarazo.
La actividad de las glándulas sebáceas pueden aumentar en el tercer trimestre, pero el efecto del embarazo sobre el acné es variable. Los tubérculos de Montgomery (pequeñas pápulas marrones en las areolas que consisten en glándulas sebáceas hipertrofiadas) desaparecen después del parto.
¿Cuáles son los cambios de la piel específicos del embarazo?
Según detalla la profesional, estos representan un grupo de lesiones inflamatorias severamente pruriginosas asociadas exclusivamente con el embarazo o el periodo postparto inmediato.
Aquí cita cuatro cambios de piel más comunes que se dan durante la gestación.
1- Erupción atópica del embarazo: Mujeres con diagnóstico de eccema atópico (por primera vez o que ya lo tenían antes del embarazo), prúrigo del embarazo y foliculitis pruriginosa del embarazo.
Se tratan de lesiones rojas muy pruriginosas que aparecen sobre todo en pliegues y se pueden sobreinfectar tras el rascado. “Es importante consultar con el médico dermatólogo para tratarlas, no afectan a la madre ni al feto” aseguró la especialista.
2- Erupción Polimorfa: Se llama así porque las lesiones pueden tener muchas formas, granitos rojos, ronchas, etc que comienzan en las estrías del abdomen (respetan el ombligo) son severamente pruriginosas y pueden extenderse a glúteos, muslos y en casos severos se generaliza.
Desaparecen solas. No afecta a la madre ni al feto.
3- Penfigoide gestacional: Según la dermatóloga, se considera muy raro, autoinmune, y se presenta con intenso prurito seguido de ronchas y ampollas sobre las mismas.
Inician en la región umbilical pero pueden extenderse a todo el cuerpo, generalmente desaparecen en semanas a meses de post parto. “Es muy importante consultar porque puede afectar al feto causando prematurez o bajo peso al nacer” aseguró.
4- Colestasis intrahepática del embarazo: Se caracteriza por intenso prurito (picazón) generalmente nocturno sobre todo en palmas de manos y plantas de pies. No presentan lesiones en piel. El médico le solicitará análisis de sangre para determinar la función hepática.
“Es muy importante consultar ya que incrementa el riesgo de distrés fetal, prematurez e incluso muerte fetal” afirmó Pefaur.
Ante la aparición de lesiones en piel acudir lo antes posible al médico
“Es importante recalcar que ante la aparición de estas u otras lesiones en piel ruego a las embarazadas acudir lo antes posible al médico especialista en piel que es el médico dermatólogo y no automedicarse” aconsejó la doctora.