Alfredo Moffatt decía en su libro “Terapia de crisis. La emergencia psicológica” en el capítulo, La muerte y los duelos que: “El duelo normal, en algún momento se elabora, se deja de llorar, se retoma la vida y se supera la tristeza. Uno de los instrumentos valiosos que la naturaleza nos dio es el llanto, el llanto afloja, lo que hay que hacer es llorar plenamente y disminuir la angustia. Hay que llorar con otro, el duelo es un fenómeno grupal. Un pueblo que resuelve bien el tema de los duelos es un pueblo más sano. La vida y la muerte deben coexistir, porque si no pensamos en la muerte no sabemos que estamos vivos y nadie está más contento y más vivo que el que alguna vez casi se murió...”.
Genaro Riera Hunter psicoanalista, miembro de la Federación Psicoanalítica Paraguaya y miembro fundador del Ágape Psicoanalítico Paraguayo (Sociedad de estudio y trabajo), coordinador de la sección Psiquiatría y Psicoanálisis de la Sociedad Paraguaya de Psiquiatría y poeta reflexiona sobre las perdidas y los duelos.
-La muerte ligada al duelo de quien se queda. ¿Qué hacer para sentirse mejor?
-El duelo es una respuesta. Una respuesta afectiva ante un suceso de perdida. Es un esfuerzo también de adaptarse a la vida luego de una perdida de alguien importante cercano o no. No es una patología, no necesita de medicación ni de psicoterapia, necesita de tiempo. Tiempo para el procesamiento, tiempo íntimo de elaboración de los rasgos humanos que fueron perdidos.
-En estos tiempos difíciles de pandemia parece que tenemos que acostumbrarnos a la pérdida.
-El duelo como estado afectivo y la dinámica de su explicación psíquica fue establecido por Freud y de ahí ingreso, este afecto, a la cultura como material o afecto a ser considerado en el campo de la salud mental, de la psicología y de la psiquiatría. De Freud, por ejemplo, nació la noción de: trabajo de duelo; procesamiento es un trabajo subjetivo individual.
-¿Hay distintas formas de resolver los duelos?
-Hay que considerar que el duelo no siempre se da cuando acontece el hecho de pérdida del ser querido. Muchas veces hay negación ante lo devastador de la perdida y es por eso que luego de la negación es cuando se siente el afecto del duelo. Al inicio es como que se extiende una especie de adormecimiento psíquico. No se cree lo que se vive.
-El duelo se convierte en motivo de consulta al pedir ayuda psicológica.
-Hay fases también el duelo: desconcierto, dolor y culpa, aceptación sin que estas fases sean lineal necesariamente. Muchas veces y ahí si hay duelo patológico cuando se remplaza el trabajo de duelo por goce en el duelo. Esto último si requiere de intervención psicoanalítica pudiendo ser acompañado con algún tipo de psicofármacos, pero nunca sin una elaboración psíquica analítica. El duelo, así, es un sentimiento de no contar con una ruta libre. El duelo es un estado del sentimiento en donde todo, lo bueno y lo malo, se pierden. Es un estado, cuando es patológico, y ahí está el peligro, en que uno quiere romper los vidrios y saltar afuera.
Los otros duelos
-La muerte también es un momento agudo para el que queda.
-En pandemia se asocia más duelo por muerte, pero hay que resaltar también que hay duelo por pérdida de trabajo y hay que incluir en las series de duelos. En primer lugar, la perdida de trabajo no es solamente una perdida de ingresos de que por si altera todo un sistema cotidiano de vida familiar sino también altera un modo de satisfacciones. Porque el trabajo es realización y satisfacciones, y también altera proyectos de vida, y conduce a destapar una serie de problemas latentes y que mal administrados y controlados generan violencia intrafamiliar y búsqueda de culpables. Entonces, se destaca pobremente e insuficientemente las perdidas de trabajo que son duelos que tiene no tienen el mismo status a los duelos asociados exclusivamente a la muerte.
-En pandemia estamos experimentando la muerte inesperada, que deja pendientes muchos diálogos, y explicaciones que no se pudieron resolver o decir quizás.
-Un duelo por perdida de un ser querido puede durar entre uno y dos años más o menos según cada caso está relativizado. Esto, desde luego, en los casos que vamos llamar los duelos clásicos porque están también los llamados duelos ausentes o retardados o duelo con vergüenza o duelos no aprobados, todos estos forman complicaciones al tiempo de la elaboración del duelo.
-La elaboración de un duelo es la elaboración de una despedida.
-En general, la gente consulta por el duelo cuando cae en cuenta en que ya no hay un trabajo de duelo; caen en cuenta que ya su dolor tiene que ver con un querer sufrir: como que tira flechas como ciego y no acierta nada, solo capta que haces cosas para no salir del luto; como que es la hora, una necesidad, de manifestar algo diferente ante el duelo. Siente como que no tiene ya ni voluntad ni deseo y es el caso que llamamos duelo patológico que mencionaba antes. Es cuando cae la sombra sobre el sujeto y sombría es la vida y sombrías son las palabras cuando estamos en un proceso de duelo patológico.