En la actualidad, muchos solteros son más cautelosos a la hora de decidir si un encuentro virtual debe convertirse en uno cara a cara, estima Michael Vogt, consejero matrimonial y familiar.
Vogt, que también es profesor de la Facultad de Trabajo Social y Salud en la ciudad alemana de Coburgo asegura: “Actualmente, la gente se reúne más tiempo en la red y ese intercambio es también muy intenso”. Esa situación por supuesto que alimenta las expectativas de encontrarse en la vida real en el futuro, agrega.
Las citas online aumentan rápidamente las expectativas
Esta es, a su vez, una de las desventajas de las citas online, según el psicólogo y escritor alemán Wolfgang Krüger. “Aquí se empieza al revés”, señala.
Al escribir o llamar por teléfono por primera vez, pueden surgir rápidamente sentimientos intensos. Pero para poder juzgar realmente a la otra persona, hay que conocerla en persona. Las decepciones tienen su precio, y eso es agotador.
¿Cómo pueden los solteros conocer realmente a otra persona en este momento?
“Una primera cita no siempre tiene que ser en un bar o un café. Un encuentro al aire libre, por ejemplo durante un paseo juntos, puede ser una forma de conocer mejor a la otra persona. En el proceso, también puede dar que se planifiquen otras actividades para después del confinamiento”, señala el psicólogo Markus Ernst.
Reunirse al aire libre también tiene ventajas
Pero ¿cómo aportar a un paseo ese romanticismo que posiblemente surja durante una cena a la luz de las velas? “El romanticismo es un estado de ánimo, se genera a través de las preguntas apropiadas y el coqueteo que se transmite a la otra persona. Todo es posible”, indica Krüger.
El paseo por el parque puede tener otros beneficios: “A mucha gente le resulta más fácil hablar con extraños cuando no está sentada justo enfrente de la otra persona en un restaurante”, apunta Ernst.
Eric Hegmann es consejero de parejas y coach de solteros en Hamburgo. Propone otra forma de conocerse adaptada a los tiempos que corren: “Las parejas que mantienen relaciones a distancia llevan tiempo utilizando esta variante: cocinar juntos a través de la videollamada, ver series o asistir a conciertos y eventos online”.
Lo que Ernst desaconseja del todo es que, llegado el momento, el primer encuentro se realice en casa de alguno de los dos miembros de la pareja. Al fin y al cabo, no deja de ser un desconocido al que uno va a ver por primera vez en la vida real.
“Además, es mucho más difícil dejar la cita si una de las partes siente que no encaja bien o la situación se vuelve incómoda. Una primera cita debe ser siempre en un terreno neutral”.
La crisis hace que la gente sea más abierta
Aparte de las dificultades de una primera cita, los tiempos que corren pueden facilitar la búsqueda de pareja. “La gente se abre más rápidamente a los demás desde el punto de vista emocional durante las crisis, ya que las conversaciones triviales no ayudan a combatir la soledad”, afirma Hegmann.
Muchos solteros afirmaron que las conversaciones se habían vuelto más profundas porque giraban menos en torno a temas como las aficiones y los gustos musicales y más en torno a su propia salud o sus dificultades económicas.
De este modo, te abres más rápidamente a la otra persona y te haces más vulnerable, mientras que la autopromoción pasa a un segundo plano.