La imagen masculina: pulcritud y naturalidad

Experto en protocolo y ceremonial, y consultor en imagen política y masculina, Matías Becci, dice: “La imagen del hombre latinoamericano está cambiando y venciendo prejuicios. En cuanto al político, es un producto que tiene que ser comprado”.

Matías Becci, experto en asesoramiento de imagen masculina.
audima

Matías Becci (36) sintió indicios de su vocación desde muy pequeño; le llamaban la atención los hombres con sus trajes. Cuando comenzó a estudiar las disciplinas de la imagen, se sentía más cómodo con todo lo referido al mundo masculino, por otro lado, se dio cuenta de que no había muchos asesores que se especializaran en trabajar esta rama de la profesión.

Matías Becci, experto en asesoramiento de imagen masculina.

Para Becci, la imagen es comunicación, “el hombre se está ocupando de transmitir el mensaje correcto con su lenguaje no verbal, eso incluye su vestuario, corte de pelo, barba, etc.” Matías apunta al público de aproximadamente 30 años de todo estrato social, “aunque es un servicio que se considera exclusivo, me dirijo a quien lo necesite. No hay que ser millonario para tener un smart closet acorde al tipo de vida que se tenga”, aconseja.

-Comúnmente encontramos más rico al vestuario femenino. ¿Cómo tomás esta “verdad”?

No considero que el vestuario femenino sea más rico y atractivo. De hecho, en lo que se refiere a imagen masculina, hay muchísimas variantes en cuanto a prendas, texturas, estampas, accesorios y complementos. Los hombres están siendo cada vez más exigentes con su imagen y el mercado también ofrece muchas opciones para enriquecer el vestuario.

-Dame un ejemplo

Cuando uno va a comprar un traje, debe decidir qué corte prefiere (corte inglés, europeo o americano); el tipo de tela, si es con estampa, fantasía o liso, qué colores, cantidad de botones de la chaqueta (1, 2 o 3), además si lo quieren con corte más fit u holgado, el tipo de solapa, etc. La imagen masculina se basa en los detalles que, por lo general, no son tan conocidos como los de la femenina, pero igual de importantes.

-¿Cuál es el nivel prudencial masculino de coquetería en un varón?

El que él quiera tener, todo depende de cuán coqueto se anima a ser o quiere ser. Eso sí, tiene que tener en cuenta el mensaje que va a dar, tal vez no sea el que quiere enviar.

-¿Qué llegan pidiéndote los clientes? ¿Hay confesiones: “No me gusta mi cuerpo, no me gusta cómo me veo o cómo me ven”?

¡Uf! me cuentan de todo, no en la primera entrevista, pero sí cuando vamos trabajando juntos. A veces va más allá de una asesoría, compartimos momentos donde “se desnudan” hablando. El hombre muchas veces necesita hablar de determinadas cosas, y al ser yo hombre, que además entienden no los voy a juzgar sino ayudar, se animan y confían. Es una de las cosas que más disfruto de mi trabajo, poder ayudarlos y que vean que no solo trabajamos con la ropa.

-Por acá somos curiosas, ¿qué es lo que cuestionan de sus cuerpos?

Físicamente la panza, por unanimidad “tengo que bajar esta panza”, “tengo que ir al gimnasio”. Pero además cada uno trae una idea de lo que desea, uno de mis clientes de entrada me dijo: “Yo no quiero verme como vos”, entendí que se refería a mi estilo. Entonces le pedí que me contara o me mostrara fotos de cómo quería verse. Como consultor, trabajo con algo tan íntimo como lo es la imagen, y dentro de esa imagen está su autoestima. Yo no soy psicólogo, pero algunas personas me contactan porque están haciendo terapia y esto es parte del proceso que necesitan para sentirse a gusto con ellos mismos.

-Hay hombres que necesitan asesoría, pero: a) no lo saben, b) saben pero no quieren gastar, c) les parece superficial y engañoso

Todo eso que ennumerás juega muchísimo en el día a día de todos nosotros. Que uno tenga un asesor para lograr la imagen que considera adecuada no quiere decir que deje de ser natural. Yo proyecto la idea de que estoy 3 horas arreglándome y que vivo entre reyes (eso me dicen siempre, jaja), pero en realidad, paso 15 minutos frente al espejo, por otro lado, mi profesión de ceremonial no hace que sea pacato o anticuado. Yo estoy relajado siendo así y soy natural.

-Para muchos varones todavía es vergonzoso contar que se producen.

Sí, el hombre teme que se lo catalogue de algo que no es por ser coqueto. Muchos me piden que no diga que los estoy asesorando, y el secreto se mantiene bajo 7 llaves. En este trabajo juega mucho la autoestima, suelo decirles en broma que con mis 1.65 m si no me acepto como soy, estoy muy complicado. Pensá que muchos hemos sufrido cosas en la vida que hacen que nuestros miedos sean cada vez más grandes o intensos; con esto uno pierde la confianza en sí mismo. Podemos hablar horas de eso. La cultura en la que vivimos que hace ostentación de la extrema delgadez, de los músculos y de la juventud hace que perdamos la confianza o no terminemos de aceptarnos. Somos diferentes en cuerpo, gustos, edades. Si estás más delgado o más rellenito, pero el médico te dijo que está todo OK, ¿cuál es el problema?

-Aciertos y errores más frecuentes en la tenida masculina

El traje azul, muchos lo usan y quedan superbién. Tener constancia de ir a la barbería, estar prolijos. El acierto más grande es exigir de todos los que trabajamos en la imagen, desde asesores hasta vendedores de tienda, que les brindemos nuestro mejor servicio. Errores: no hacer el ruedo de sus pantalones (quedan demasiado largos), llenar los bolsillos de cosas que deforman las prendas, pero el más grave: no usar el talle que les corresponde.

-¿A qué hacedor de la imagen admirás?

Tengo un par, al diseñador español Juan Avellaneda, por su fiel estilo dandy. A algunas profesoras que he tenido por su gran conocimiento y generosidad. Siempre mis mejores docentes han sido mujeres. Y admiro profundamente a un sastre argentino, Franciscano, hace un trabajo increíble y es una excelente persona.

El hombre latinoamericano

Matías Becci, experto en asesoramiento de imagen masculina.

Para Matías Becci, quien estará próximamente en nuestro país para dar una conferencia de imagen política y masculina, el hombre latinoamericano es clásico. “En general, los dos estilos predominantes de nuestra región son el clásico y el natural. En ciudades más cosmopolitas como Bs. As. o San Pablo podemos encontrar otros estilos como el dramático”. En cuanto a qué le falta al latino, Matías dice que le falta sacarse un poco los prejuicios culturales y animarse a cosas que internamente le atraen o le gustan. “De a poco se va animando y abriendo a nuevas formas e incorporando nuevos colores. Se cuida no solo la barba y el pelo sino también la piel”.

¿Qué conocés del hombre paraguayo?

He trabajado casi 10 años en una aerolínea que tenía uno de sus centros de conexión en Asunción, con lo cual he tratado muchísimo con paraguayos. Sé que es un hombre exigente, que a veces le cuesta un poco cambiar. En general es clásico y conservador, bastante conservador.

“Algunos políticos están demasiado coacheados”

“La imagen política es la representación que tienen los candidatos o funcionarios de sus ideas y propuestas. Los muestra tal y como son. Se trabajan muchos aspectos, todo está referido a la comunicación: lenguaje no verbal, obviamente la estética, psicología del color, psicología de las prendas, arquetipos y su construcción, rasgos y representaciones culturales como también se ve lo que no se debe hacer”, resume Matías.

-¿Cuánto se trabaja a la persona y cuánto la idea política?

Van las dos cosas de la mano. Si una persona aspira a un puesto, pero no es congruente con lo que dice y piensa, tarde o temprano se nota. A veces lo que se hace es refinar o popularizar a la persona para que llegue más a la gente, pero la esencia nunca debería perderse.

-De buenas a primeras, nunca creemos que un político sonríe sinceramente

El resultado visual debería tener mucho de su imagen real, pero a veces están demasiado coacheados. Debemos mirar si nunca se relaja, si siempre está en pose. Ver cómo es su sonrisa, si habla con la gente de igual a igual o toma distancia. La clave es dejarse llevar por lo que te genera interiormente.

-¿Qué diferencia a la imagen política masculina de la femenina?

Hoy en día creo que nada

-¿Es imprescindible el asesoramiento de imagen en política?

Si, porque con las redes sociales una foto o un video se viraliza en cuestión de segundos. Tienen que estar preparados para eso, además la política no tiene buena prensa, y para llegar al pueblo, tenés que trabajar mucho. En eso estamos los asesores de imagen, prensa y todo el equipo que tenga tal funcionario o candidato. No es solamente decir “quiero ser Presidente” y la gente va a ir a votarte.

-¿Qué político es coherente en lo que proyecta?

Yo admiro a Vladimir Putin, su imagen está cuidada desde todo punto de vista. Transmite lo que él quiere.

-¿A quién te gustaría asesorar?

Una de mis grandes metas es poder asesorar a una mujer que aspire a algún cargo. Siempre he asesorado a hombres.

-¿Qué le gusta de un político a la gente y qué no?

Le gusta la cercanía y que se note que trabaja con y para la gente. Lo que no gusta es la altanería, arrogancia y la agresividad. Al presidente Macri siempre se le criticó que pertenece a una de las familias más ricas de Argentina y que su forma de hablar es de la clase alta. Intentó modificarlo, lo mejoró un poco, pero no lo logró demasiado.

-¿Qué porcentaje de políticos busca hoy asesoramiento de imagen?

El porcentaje es muy poco en Sudamérica, pero hacia el Norte y Europa crece.

-¿Este acompañamiento no le da al político la sensación de ser un producto?

Es un producto que tiene que ser comprado por la mayor cantidad de personas, todo es cuestión de estrategia y marketing. Una buena asesoría es cuando no se nota que está. Pero cuando tenés entrenado el ojo, te das cuenta hasta por cómo tienen puesta la corbata o el color que usa en sus labios.

-Una frase que resuma tu quehacer profesional

“El candidato debe encarnar una combinación entre líder, Dios, padre, papa y rey” (Joe McGinniss)

-¿Se trabaja mejor con gente de la misma línea política?

Te contesto un poco con mi propia historia. Vengo de una familia donde la política era cosa de todos los días, mi papá había militado en ella. De chico, odiaba todo lo que estaba relacionado a la política porque me robaba tiempo con mi padre. Si bien tenemos posturas diferentes, he aprendido de él el amor por la política. Fijate que hemos tenido en casa discusiones por cuestiones políticas al punto de casi separar a la familia. Pero al momento, después de sentarnos y compartir una mesa, volvemos a estar bien. Como consultor de imagen política tenés que ser objetivo, entender que todos los partidos son iguales. Cuando ponés tus ideales por delante, perdiste. Primero tiene que estar tu trabajo, el servicio que brindás tiene que ser de excelencia.

Lo
más leído
del día