La salud de la boca forma parte de un gran todo: nuestro bienestar general. Las investigaciones cada vez proporcionan más evidencias sobre las conexiones que existen entre la boca y algunas enfermedades sistémicas que pueden ser mortales y costosas. Los dientes y las encías poco saludables a menudo se encuentran en combinación con enfermedades cardíacas y otras enfermedades que pueden poner en riesgo la vida, así como también, muchos problemas de salud pueden afectar la salud bucal.
Es por ello que una revisión dental regular se ha convertido, además de detectar y tratar las lesiones de la boca y de nuestros dientes, en una herramienta para detectar enfermedades que afectan a nuestro organismo y que, en algunos casos, pueden tener serias consecuencias.
Motivos de atención
Tres son las alteraciones que pueden advertirnos de otras enfermedades:
1) Llagas en la boca: son la primera señal de un problema del sistema inmune, cambios hormonales, carencia de vitaminas, estrés, exposición excesiva a los rayos del sol, trastornos autoinmunes e incluso, en algunos casos, de algún tumor.
2) Mal aliento: además de ocurrir por una falta de higiene o la enfermedad conocida como halitosis, el mal aliento puede indicar patologías o enfermedades como la xerostomía o boca seca, la desnutrición, faringitis, abcesos, candidiasis oral, tuberculosis o reacción a determinados fármacos. Además, el mal aliento puede ser una señal de alteraciones gastrointestinales, sinusitis, glucemia mal controlada (en el caso de pacientes diabéticos) u otras enfermedades como la insuficiencia renal o la disfunción hepática severa.
3) Color y textura de la lengua: estas características sumadas a la presencia de manchas pueden ser señal de alteraciones en los riñones, en el torrente sanguíneo, anomalías vasculares, problemas gastrointestinales o anemias.
4) Otros estados clínicos que su dentista puede detectar, son problemas de tiroides, hipertensión, asma, trastornos del sueño y de la respiración, erupciones en la piel, bruxismo (rechinado de dientes), VIH, tuberculosis, drogadicción, anorexia, trastornos digestivos y problemas del aparato respiratorio superior.
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Enfermedades relacionadas
Diabetes: Las personas con diabetes tienen más probabilidades de sufrir la enfermedad de las encías (encías hinchadas, rojas, infectadas) y la pérdida de dientes. Los investigadores piensan que esto ocurre porque la diabetes reduce la resistencia general del cuerpo a la infección.
Cáncer: Durante su chequeo dental, pídale a su dentista que le realice un examen de detección de cáncer en la boca para ayudar a detectar bultos u otros cambios en su garganta, cuello, mandíbula, piel o tiroides.
Enfermedades cardíacas: Si padece una enfermedad de las encías en un nivel moderado o avanzado tiene más probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, que incluyen afecciones cardíacas y derrames cerebrales, que las personas con encías saludables. Los estudios no han demostrado que una enfermedad genere la otra, pero ambas comparten factores de riesgo, como el cigarrillo, una mala dieta y la diabetes.
Enfermedades renales: Mal aliento crónico, un sabor desagradable en la boca y la sequedad en la boca a menudo son signos de esta enfermedad. Cuando los riñones no funcionan bien, se liberan derivados de la descomposición incompleta de proteínas, lo que provoca un sabor desagradable o mal aliento en la boca.
Ansiedad: El estrés afecta el sistema inmunológico, lo que reduce la defensa de su cuerpo contra las bacterias que pueden generar infecciones en las encías y mal aliento.
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