Recientemente, la máxima autoridad del Poder Ejecutivo, el presidente Santiago Peña, ha mencionado la posibilidad de modificar ciertas normas del Código del Trabajo, particularmente en lo que respecta a la estabilidad laboral. Esta propuesta ha generado un amplio debate en diversos sectores de la sociedad.
El anuncio lo había hecho en un evento empresarial, situación que generó suspicacias en las centrales obreras y trabajadores en general.
Al respecto, la abogada laboralista María del Pilar Callizo indicó que la posible modificación del Código Laboral es un tema de gran relevancia e impacto social que requiere un enfoque participativo y consensuado.
Reforma del Código Laboral: ¿Qué se tiene que tener en cuenta?
Callizo recalcó que esta cuestión requiere un abordaje integral. “Es fundamental establecer mesas de diálogo que incluyan a todos los actores relevantes, tanto del sector privado como público; trabajadores, empleadores; el Estado a través del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (METSS), el Instituto de Previsión Social (IPS), además de sindicatos, gremios y expertos en derecho laboral”, afirmó.
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Callizo señaló que estas discusiones deben llevarse a cabo en un ambiente de colaboración, respeto mutuo, transparencia y con el objetivo común de mejorar las condiciones laborales y la competitividad del país.
“Es importante reconocer que las disposiciones laborales en nuestro país han revolucionado de manera gradual, pero dispersas a lo largo de las décadas. Desde sus inicios en leyes puntuales como la Ley Nº 242/1917 sobre el descanso dominical hasta la actual Ley Nº 213/93, que establece el Código del Trabajo vigente y su modificatoria Ley N° 496/95, ha habido un progreso constante, aunque a veces lento”, rememoró la profesional.
Añadió que después de más de treinta años desde la sanción del actual Código del Trabajo es pertinente evaluar las adaptaciones a las realidades del mercado laboral moderno.
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Código laboral: ¿qué puntos necesitan revisión?
En ese sentido, Callizo identificó como aspectos importantes la definición de escala de vacaciones, jornadas y contratos especiales, que contemplen las nuevas modalidades; seguro de desempleo y adaptaciones para aportes al seguro social, estabilidad laboral y mecanismos de despidos, nuevos derechos y beneficios, además de mecanismos de resolución de conflictos.
Callizo mencionó que se podría tomar como referencia las prácticas en la región y recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
A continuación, los puntos y los aspectos a revisar, conforme el criterio de María Pilar Callizo:
- Vacaciones: La legislación actual establece una escala progresiva de días de vacaciones basada en la antigüedad del trabajador. Es posible revisar esa escala, la forma de otorgarlas, fraccionamiento y otros sobre la base de prácticas regionales.
- Jornada de trabajo: El código actual establece una jornada máxima de 48 horas semanales para el trabajo diurno. Analizar tendencias internacionales y recomendaciones de organismos como la OIT sobre la reducción gradual de la jornada laboral.
- Contratos especiales: Existe la posibilidad de explorar la inclusión de nuevas modalidades de contratación que reflejen las realidades laborales actuales, como los contratos para la economía de plataformas digitales, otras formas de contratación adaptadas al sector juvenil.
- Seguro de desempleo: Un tema de interés que merece ser discutido es la posible implementación de un seguro de desempleo, evaluando sus implicaciones económicas y sociales, así como sus mecanismos de implementación.
- Seguro Social: Considerando que muchas de estas propuestas afectaran directamente a los aportes y formas de registros actuales, es necesario que sea acompañado puntualmente por el IPS o aquellas cajas de seguridad social previstas por ley.
- Estabilidad laboral y mecanismos de despido: Analizar el sistema actual de estabilidad laboral, considerando posibles ajustes que equilibren la protección del trabajador y las necesidades de los empleadores.
- Nuevos derechos y beneficios: Explorar la posibilidad de incluir nuevos derechos laborales que respondan a las necesidades actuales, como el derecho a la desconexión digital o licencias parentales más equitativas.
- Mecanismos de resolución de conflictos: Es momento de evaluar la eficacia de los actuales mecanismos de resolución de conflictos laborales y considerar posibles mejoras como el arbitraje.