Menos empleo femenino se traduciría en retorno a la pobreza y más desigualdad

Un total de 11.800 hombres más se insertaron al mercado laboral en el segundo trimestre de 2024, frente a la considerable pérdida de 48.966 registrada en el empleo femenino en el comparativo interanual, conforme con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En esta nota, MF Economía e Inversiones analiza los datos al respecto.

Las mujeres del campo fueron las más afectadas por la pérdida de empleo.Guardianas del Conchalito
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De las 2.849.766 personas de la población ocupada en Paraguay en el segundo trimestre de 2024, el 57,7% o 1.644.108 son hombres y el restante 42,3% o 1.205.658, mujeres. Un total de 11.800 hombres más se insertaron al mercado laboral frente a la considerable pérdida de 48.966 registrada en el empleo femenino en el comparativo interanual, conforme con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Estas reducciones acentúan la ya histórica brecha existente entre hombres y mujeres en la fuerza de trabajo, en la población ocupada mencionada, así como en el desempleo a nivel país.

El sector primario fue el más afectado en la disminución de la población ocupada con 53.709 personas menos trabajando entre el segundo trimestre de 2023 y mismo periodo de 2024, una menor dinámica que estaría vinculada a las condiciones climáticas adversas que impactaron, principalmente, en el sector agropecuario.

La mano de obra femenina sufrió la mayor reducción con la salida de 34.584 trabajadoras, principalmente en el área rural. En el caso de los hombres, la reducción fue de 19.125 trabajadores. En el sector primario (475.123 empleados), el 72,3% de los trabajadores son hombres y el restante, mujeres.

Sector secundario y terciario

En el sector secundario, la recuperación de la construcción, una actividad intensiva en mano de obra masculina, es la gran generadora de empleo. Sin embargo, en la industria manufacturera, la disminución de 7.465 personas se explica por la importante pérdida del empleo femenino en 10.022 mujeres, sobre todo en las zonas rurales, y que se vincularía a la caída del sector primario e impacto en la agroindustria. En el sector secundario sobre 531.922 trabajadores, 82,8% es mano de obra masculina y 17,2%, femenina.

El aumento interanual de 8.527 personas ocupadas en el sector terciario se fundamenta en el importante crecimiento del empleo masculino en el sector “otros”, que incluye electricidad, gas y agua; transporte, almacenamiento y comunicaciones y finanzas; seguros e inmuebles.

Un total de 19.900 hombres se sumaron al circuito laboral frente a solamente 3.211 mujeres. Comercio, restaurantes y hoteles es el único sector, donde la reducción de empleo afectó a ambos sexos, y mayoritariamente a los hombres con la pérdida de 9.831 empleos, contra 3.953 de las mujeres. Esta dinámica de reducción se dio en el sector de servicios comunales, sociales y personales, donde se perdieron 1.424 empleos en mujeres.

A diferencia de los sectores primario y secundario, donde la mano de obra masculina es mayor, el terciario concentra a más mujeres, es decir, al 53,3% de la población ocupada en esta actividad. En este punto es importante resaltar que el sector terciario fue el más afectado por la pandemia, debido a que enfrentó más restricciones y por mayor tiempo, lo que llevó al Banco Central del Paraguay (BCP) a adoptar medidas especiales para dicho sector. Sin embargo, muchas empresas empleadoras han salido de la crisis sanitaria con mayores niveles de endeudamiento y magra actividad.

Menos empleo femenino se traduciría en retorno a la pobreza y más desigualdad

Pérdida de empleo femenino = pérdida de ingreso de la familia

Es preocupante la reducción de 48.966 empleos femeninos en la economía en su conjunto. Los impactos en el hogar, con la pérdida de ingresos familiares, pueden traducirse en retornos a situaciones de pobreza e incremento de la desigualdad.

En Paraguay el 36,8% de las jefaturas de hogar se encuentran a cargo de las mujeres. Por tanto, sus ingresos están vinculados al bienestar de los hogares.

Dada la elevada proporción de población vulnerable en los estratos socioeconómicos de Paraguay es pertinente atender a esta situación como un riesgo latente.

* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.

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