... Y Günok se disfrazó de Banks

Leipzig (Alemania), 3 jul (EFE).- Minuto 94. Turquía gana 1-2 a Austria y acaricia los cuartos de final de la Eurocopa. El equipo de Ralf Ragnick asedia la portería del combinado otomano. La pelota vuela por el cielo del Leipzig Arena y aparece Baumgartner, que conecta un cabezazo picado, casi a bocajarro. Imparable. Entonces, Mert Günok se coloca el traje de Gordon Banks, el portero inglés que frenó a Pelé, y con una estirada impresionante despeja la pelota lejos de la red de su portería.

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Fue la parada de la Eurocopa. Sin duda. Será recordada durante muchos años. No llegará al nivel de la intervención de Banks, en el Mundial de México 1970, porque el jugador que remató no fue Baumgartner, fue un mito como Pelé. Por eso, y por su monumentalidad, pasados 54 años, todavía se mantiene en la memoria de los buenos aficionados al fútbol.

Pero Günok apareció décadas después para rememorar una estirada inolvidable que amargó a Austria y a su entrenador, Ralf Ragnick, que después en rueda de prensa reconoció lo evidente: "Es difícil cuando tienen a Gordon Banks en la portería. Estoy bastante seguro de que si el cabezazo hubiera entrado al final, habríamos ganado en la prórroga", aseguró.

Su acción, justo posterior al pitido final, desató una pequeña invasión de campo. Acabó abrazado por una hinchada fogosa que aclamó a su ídolo. Era merecido, porque Turquía volvía a unos cuartos de final después de 16 años. Los centros envenenados de Güler y los remates de Demiral sirvieron a sus compañeros para admirar los dos tantos que lucieron en el marcador. Pero sin la estirada de Günok, Turquía habría caído en la prórroga. Austria ya era Austria, ya carburaba como una máquina y olía la sangre. Pero Günok, disfrazado de Banks, frenó cualquier conato de remontada.

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