Durante su presentación oficial, el nuevo técnico del conjunto barcelonista comentó esta semana que el lituano "es un jugador con contrato" y que "en estos momentos" forma parte de la plantilla. "Contamos con él. Después, los veranos son muy largos", deslizó el preparador egarense.
Alejado de su mentor Jasikevicius
Elegido por New York Knicks en el puesto 31 del 'draft' de la NBA de 2021, Jokubaitis recaló ese mismo verano en Barcelona de la mano del entrenador que le había permitido despuntar en el Zalgiris Kaunas, su compatriota Sarunas Jasikevicius.
El primero fue el mejor curso del base, elegido como el mejor jugador joven de la fase regular de la Euroliga con un promedio de 7,6 puntos (59,5% en triples) y 2,8 asistencias. Además, protagonizó actuaciones decisivas en finales ajustados, como cuando decantó la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid con ocho puntos seguidos en el último cuarto (59-64).
Asimismo, lo que parecía un punto de partida ha resultado ser, hasta el momento, el punto álgido del jugador, que la campaña siguiente promedió 5,3 puntos y 2,6 asistencias en la Euroliga.
La despedida de Jasikevicius el pasado verano y la posterior llegada de Roger Grimau apenas alteraron los guarismos del base en Europa (5,3 puntos y 2,8 asistencias), a pesar de la apuesta del nuevo técnico por un juego distinto, más vertical y espontáneo.
Condicionado por el Mundial
Como muchos otros jugadores del Barça, Jokubaitis no realizó la pretemporada con el equipo debido al Mundial de Filipinas, Japón e Indonesia. Sin embargo, el lituano fue el último en regresar de la competición, donde ejerció de base titular con una media de 12,6 puntos (55% en triples) y 5,8 asistencias en 12,6 minutos.
Este desgaste afloró especialmente durante la primera mitad del curso, en la que el jugador apenas pudo ofrecer el ritmo que le caracteriza por sus condiciones físicas. Y, de hecho, en ningún momento del curso trasladó al Barça la jerarquía que demostró con su selección.
Indefinición en el rol
Jokubaitis es considerado un 'combo', capaz de ejercer de base y de escolta en un rol ejecutor, pero esta polivalencia ha llevado a una indefinición en el juego del lituano, que destaca por la energía y velocidad que aporta al equipo saliendo desde el banco, pero tiene más dificultades para marcar el tempo de los partidos.
Sin embargo, la configuración de plantilla le llevó durante la mayor parte del curso -como mínimo hasta la llegada de Ricky Rubio en marzo- a actuar de director de juego de la segunda unidad, al lado de otros jugadores que también lucen más en la finalización que en la gestación, como Darío Brizuela y Nico Laprovittola.
Los datos indican que Jokubaitis no ha ampliado su capacidad para asistir: si en su primer curso promedió 2,8 pases de canasta en la Euroliga y 4,3 en la Liga Endesa, sus guarismos esta temporada han sido de 2,8 y 3,3, respectivamente.
Progresión limitada en el triple
Durante los primeros meses en Barcelona, al ser preguntado por los aspectos que debía mejorar, el base señalaba dos cuestiones: la defensa y el triple. En este segundo apartado, tampoco existe un crecimiento consolidado debido al bajo volumen de tiro.
Jokubaitis ha lanzado alrededor de un triple por partido en la Euroliga desde que fichó por el Barça, y sus promedios han sido del 56,8% en su primer curso, del 41,3% en el segundo y del 27,7% en este último. En la Liga Endesa, rozó los dos intentos por noche con una media del 40,9% en el primer año y del 31% en el segundo, y en este último ha alcanzado el 48,6% con un tiro por encuentro.
Por ponerlo en perspectiva, el base fue el décimo jugador del Barça que más triples por partido lanzó la temporada pasada en la ACB, solo por delante de los interiores Da Silva, Hernangómez, Vesely y Nnaji.
Pérdida de minutos
En cuanto al minutaje, Grimau le dio un protagonismo parecido al del último año de Jasikevicius, ya que esta campaña jugó una media de 16:37 minutos en la Liga Endesa y de 15:31 en Europa, por los 18:39 y 14:46, respectivamente, del curso pasado. No obstante, fue perdiendo la confianza del técnico, sobre todo tras el fichaje de Rubio, como se vio en los partidos más importantes.
Jokubaitis disputó casi 13 minutos en la final de la Copa del Rey y bordeó los 12 minutos de media en los cuartos de final de la Euroliga, si bien en el quinto partido cayó por debajo de los siete, una tendencia que tocó fondo en las semifinales de la Liga Endesa, en las que jugó menos de cuatro minutos en el primer duelo y no participó en los dos posteriores.