Gorbunova (San Petersburgo, 1971), codirectora del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento de la Universidad de Rochester (EE.UU) participó en Madrid en unas jornadas organizadas por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) sobre los factores moleculares, celulares y orgánicos del envejecimiento.
Ratopines, ballenas o murciélagos son algunos de los animales que estudia Gorbunova por su longevidad, así como una mutación genética que se relaciona con las personas centenarias.
La bióloga que cree que se podrá encontrar una fuente de la juventud que, si bien no nos haga vivir para siempre, lo cual “no es factible”, sí logre que lo hagamos más tiempo y mejor.
En la reunión del CNIO se discutieron estrategias para hacerlo y ella considera que las más prometedoras son los cambios epigenéticos; lograr rejuvenecer el epigenoma, que está formado por compuestos químicos que modifican o marcan el genoma para decirle qué hacer, dónde y cuándo.
Pregunta: ¿El objetivo último de su trabajo es encontrar la fuente de la juventud?
Respuesta: En cierta manera sí, pero no es el único. Quiero entender cómo se regula cuántos años se puede vivir, entender la ciencia que hay detrás de ello, para encontrar los factores que puedan mejorar y alargar la vida.
P: Gran parte de su trabajo se centra en el estudio de animales muy longevos, como el ratopín rasurado, un pequeño roedor que vive en el este África. ¿Por qué es tan especial?
R: Es un animal que vive hasta 28 años, diez veces más que un ratón, además es muy resistente a las enfermedades, casi nunca tiene cáncer, y a las dolencias cardíacas o neurodegenerativas. Es un modelo de salud.
Una vez que entendamos los mecanismos específicos que le hacen resistente a las enfermedades, quizás se puedan desarrollar medicamentos para lograr los mismos resultados en personas. El objetivo es estudiar este y otros animales para encontrar sus fortalezas y llevarlas a los humanos.
P: Su equipo descubrió que el ácido hialurónico de los ratopines rasurados tiene efectos para protegerlos del cáncer. ¿Se puede pensar en algún tratamiento para las personas basado en ello?
R: Estamos probando en ratones un medicamento basado en los tejidos del ratopín rasurado para aumentar la cantidad de ácido hialurónico para ver si los protege del cáncer y parece prometedor.
P: ¿Ese ácido hialurónico no es el mismo que el nuestro?
R: El ácido hialurónico es una cadena de polisacáridos que en ese animal es de seis a diez veces más larga que la nuestra y produce más. El medicamento en estudio aumenta la cantidad de ácido hialurónico y la longitud de la cadena, pero de momento hay que ver si tiene beneficios en ratones
P: La posibilidad de vivir más no debería separarse de hacerlo con la mejor salud posible.
R: Nadie quiere vivir otros 20 años pero con mala salud. Esta es una de las razones por la que estudiamos a los animales, porque los que sobreviven mucho tiempo lo hacen con salud, un animal que no está sano muere porque no puede alimentarse o huir de un depredador.
Lo más efectivo sería conocer esos mecanismos que la evolución ha dado a algunos animales para que ambas cosas tengan respuesta.
P: En su laboratorio también estudian un gen, el SIRT6 y una mutación que se ha asociado con las personas centenarias.
R: Es un gen bastante interesante. Descubrimos que en organismos de laboratorio, si se aumenta su nivel, viven más tiempo y vimos que hay una variante, asociada a las personas centenarias, que aumenta la actividad de este gen. Estamos investigando con ratones y hemos visto que algún tipo de algas puede incrementar su actividad.
P: Desde la pandemia, el murciélago no es un animal con muy buena fama, pero usted también lo investiga. ¿Qué tiene de interesante para la longevidad?
R: Es un animal que tiene mucha salud y que vive mucho tiempo. Una cosa única es que es capaz de controlar la inflamación, que está muy relacionada con los procesos de enfermedad y envejecimiento. Estamos intentando entender cómo lo hace, para, quizás aprender a controlar la inflamación.
P: ¿Cada animal tiene una estrategia diferente para luchar contra el envejecimiento o el cáncer?
R: Hay algunos mecanismos que son iguales, pero luego en cada especie hay algo diferente. Queremos estudiarlos y ser capaces de combinarlos todos para desarrollar alguna estrategia que permita trasladarlos a las personas.
P: Y volviendo al inicio. ¿Cree que la fuente de la juventud existe y dónde se puede encontrar?
R: Supongo que finalmente la encontraremos. Mi objetivo es hacer que todo el mundo viva más tiempo. Las personas con más cien años son muy saludables y siguen bastante activos en su vida hasta el final.
Creo que podemos hacerlo y, en esta reunión del CNIO, discutimos muchas estrategias. Creo que las más prometedoras son los cambios epigenéticos, quizás descubramos que la fuente de la juventud está ahí.