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El caso fue publicado por el diario Crítica de la Argentina. El supuesto estafador es Hernán Arbizu, un argentino que trabajaba en la Unión de Bancos Suizos (USB), que pasó luego a administrar cuentas de latinoamericanos en el banco JP Morgan de EE.UU.
La historia comenzó en el 2008, cuando Arbizu se presentó ante la justicia federal argentina autodenunciando que se había desempeñado como integrante de una asociación ilícita que se dedica a lavar dinero, evadir impuestos, generar documentación falsa, entre otra serie de delitos, para lo cual ofrecían a sus clientes las herramientas jurídicas y contables adecuadas.
En el 2001, Arbizu captó depósitos de un ahorrista argentino garantizándole un interés mayor al que ofrecía en aquel momento el USB.
Más adelante, el mismo cliente quiso retirar su ganancia. Arbizu le pagó sacando dinero de la cuenta de otros clientes suyos del JP Morgan, una familia de paraguayos, los Acevedo Quevedo, según los datos arrimados por el periódico argentino.
Durante dos años, los paraguayos ni siquiera se percataron de que les faltaba plata en la cuenta, hasta que quisieron llevarse el dinero en efectivo. Entonces todo empeoró. Arbizu viajó a Paraguay y fue recibido a punta de pistola por los Acevedo en el aeropuerto de Pedro Juan Caballero en el 2008, pidiendo la devolución de UD$ 2.800.000 dólares.
El representante del banco, falsificando firmas y documentos, hizo una transferencia del millonario monto de la cuenta de otro ciudadano argentino, Natalio Garber, ex dueño de la empresa Musimundo, a la de los Acevedo Quevedo.
Tiempo después, el ex dueño de Musimundo descubrió que le faltaba dinero y avisó al banco. Ese fue el comienzo de la historia que derivó en la detención del exejecutivo del JP Morgan, uno de los bancos estadounidenses más grandes del mundo, que hasta hoy está tan preocupado en que se haga justicia como en que Arbizu guarde los secretos que conoce.
Las víctimas de Arbizu no solamente fueron los Acevedo Quevedo, clientes suyos, sino que los reportes de prensa de la Argentina revelan que el dinero desviado por este ciudadano argentino sumó 5,3 millones de dólares de cuentas que pertenecen tanto al JP Morgan como al UBS.
Los Acevedo fueron calificados varias veces como los “viejos padrinos de la frontera” en Pedro Juan, debido a los negocios millonarios conseguidos a través de sus vínculos comerciales con el clan Jamil.
Por otra parte, dos altos jefes policiales, uno paraguayo y otro brasileño, coincidían años atrás en que el senador Roberto Acevedo, habría lavado parte del megaasalto, que se registró en el aeropuerto Silvio Pettirossi, el 4 de agosto de 2000.