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Tras un largo debate -e intento frustrado de los cartistas por suspender el estudio del proyecto de subsidio a los campesinos-, esta propuesta finalmente fue aprobada por 38 votos a favor. Hubo 27 votos en contra.
Uno de los diputados que se opuso al subsidio es el colorado oficialista Walter Harms, quien alegó que el dueño de unas 30 hectáreas es un productor de buen vivir, y no un campesino que se mantiene de la agricultura familiar.
“Un campesino cultiva dos, una hectárea. Media hectárea incluso y su deuda ronda máximo a unos 4 millones”, dijo, para agregar que la normativa es tan amplia que muchos entrarán en el paquete de subsidio por deudas que no serían incluso del sector agrario.
Añadió que se genera un mal precedente con el subsidio, pues el día de mañana vendrán otros sectores como taxistas, mesiteros, etc., a pedir la condonación de sus deudas.
Por su parte, el diputado cartistas Bernardo Villalba aseguró que el proyecto de Ley que se pretende aprobar es un "vyrorei" (sin importancia) porque no existe fondos para cumplirlo. Criticó a sus colegas porque, en vez de proponer una fuente de financiamiento, intentaban sacar rédito político de la propuesta.
En tanto, el diputado de Avanza País, Aldo Vera, defendió el proyecto indicando que la falta de una política de Estado en favor de los campesinos obligó a que éstos estén hoy en la capital.
Misma postura asumió el diputado liberal José "Pakova" Ledesma, quien dijo que es hora de pensar en la creación del Ministerio de la Agricultura Familiar para resolver de una vez por todas el problema de la pobreza en el campo.
Finalmente, y tras el debate que se extendió por horas sobre este punto, el proyecto fue sancionado y remitido al Poder Ejecutivo para su promulgación o veto.
De acuerdo con voceros del Gobierno, el presidente Horacio Cartes no vetaría esta ley para evitar así otro posible clima de violencia en la capital como lo ocurrido el 31 de marzo pasado con la quema del Congreso.